Hoy me duele. No por lo que pasó, sino por lo que no pasó. Por las respuestas que nunca llegaron, por los gestos que esperé y se quedaron suspendidos en el aire,
por los “likes” donde yo había dejado un pedazo de mi alma.
Me da rabia, lo admito. Rabia de sentirme invisible, de descubrir que lo que para mí era importante, para otros apenas…