Había una frescura en el aire mientras me colocaba en la ventana cerca del comedor. Era el crepúsculo de una hermosa tarde de otoño. El primer día de la nueva temporada donde ya cesaba las lluvias y que habíamos puesto nuestros suéteres para salir, así que fui por la bicicleta para dar un paseo por los alrededores de la ciudad tranquila y llena de letargo, sentada y con poca concentración de mi viaje, mirando los coches, niños corriendo, gritando en sus…
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