A las mujeres más privilegiadas se nos invitó a participar en la vida con solo medio boleto. Pero a millones de nosotras, se les negó cualquier oportunidad de hacerlo valer.
Por más de la mitad de mi vida caminé, compartí y sonreí por los barrios, por la escuela, entre amigas, e incluso en movimientos sociales y políticos sin distinguir que la valía de mi participación estaba a la mitad.
Claro, no es fácil distinguirlo, algunas mujeres en nuestro privilegio de tener educación y…
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