Muchas de nuestras decisiones despiertan preguntas y comentarios de quienes nos rodean: miembros de la familia, amigos e incluso de desconocidos que por alguna razón siempre tienen algo que decir acerca de cómo es o no correcto comportarse, vestirse, comunicarse e incluso construir relaciones de pareja.
En ocasiones estas personas van más allá y demandan saber el por qué de una u otra decisión que hayamos tomado. David William, reconocido psicólogo y blogger piensa que no existe ninguna razón por la que debamos responder si alguien intenta indagarnos acerca de los siguientes 12 puntos. Genial.guru te aconseja leerlos con atención.
1. No tienes por qué explicarle a nadie el por qué de tu estado civil.
Aunque vivas en union libre, tengas una doble vida o vivas con tus padres aunque hace tiempo que cumpliste los 25 no tienes deber alguno de explicar el por qué de tu situación. Si has decidido conscientemente lo que ocurre en tu vida eso significa que tienes tus razones para que sea tal y como es. Y no es asunto de nadie más.
2. No tienes por qué explicarle a nadie cuáles son las prioridades en tu vida
Tienes tu propia idea de lo que hay que hacer para vivir bien, ser feliz y hacer felices a quienes te rodean y esa es tu principal prioridad (ya sea que se trate de una cueva en el fondo de la tierra, una choza en medio de la selva, una vida errante o una casa, hijos y dos perros). Todos somos únicos con valores, sueños y metas diferentes. Las prioridades de una persona son sin lugar a duda diferentes de las de otra. Tú mismo eres quien decide y no tienes por qué justificarte ante nadie cuando lo hayas hecho.
3. No tienes por qué disculparte si algo no te conmueve o te remuerde.
Si no te lamentas de tus actos y aún ahora piensas que alguien más no tenía la razón o si sencillamente te da igual si perdonar o no, no tienes por qué disculparte. Muchas personas se esfuerzan por pedir perdon lo más pronto posible para que las heridas sanen con prontitud, otros aún no están listos para este tipo de “curación“ y en ese caso sólo lograrían empeorar las cosas. Es en serio, no necesitas pedir perdón si no sientes que tienes la culpa de algo. No importa lo que piensen otros, esa es tu decisión y cambiará cuando así te lo parezca.
4. No hay razón alguna para justificarte por el tiempo que pasas a solas.
Muchos temen parecer bruscos, antisociales o arrogantes si cambian los planes o rechazan una invitación porque necesitan pasar algún tiempo a solas para relajarse, ”reiniciarse“ o sencillamente leer un buen libro. En realidad ese tipo de comportamientos son algo completamente normal y son necesarios para la mayoría de nosotros. Defiende tu tiempo a solas y no pierdas el tiempo en dar explicaciones.
5. No tienes por qué estar de acuerdo con las creencias personales de alguien más.
Sólo porque alguien se ha tomado el tiempo de contarte acerca de sus creencias no significa que estás obligado a estar de acuerdo con ellas. Si no compartes las ideas de tu interlocutor es injusto hacer como si así lo hicieras. Lo mejor es hacerle saber (de forma respetuosa) a esa persona que no piensas igual y no tienes por qué explicar por qué si no te apetece.
6. No estás obligado a decir “sí”
Tienes todo el derecho de decir ”no“ si no hay razón para estar de acuerdo con una idea o propuesta. Las personas más exitosas en casi todas las esferas de la vida son aquellas que han logrado dominar el arte rechazar lo que para ellos no es una prioridad o sencillamente no desean. No tiene nada de malo reconocer la amabilidad de otros e incluso mostrar agradecimiento si es el caso, pero no tengas miedo de decir ”no" si no estás de acuerdo con una u otra cosa.
7. No tienes por qué justificar tu apariencia
Puedes tener un cuerpo atlético o no, ser alto o no, ser atractivo o no, y en cualquier caso no tienes la obligación de explicarle a nadie por qué luces de la forma en que lo haces. Tu apariencia física es íntegramente tu asunto y sólo te debes explicaciones a tí mismo. Mucho menos permitas que tu apariencia física defina tu autoestima o lo que haces o dejas de hacer.
8. No tienes por qué explicarle a nadie tus preferencias alimenticias.
Sin lugar a dudas hay alimentos que no te gustan ya sea por su sabor, su calidad o la forma como pueden afectar tu salud. Si alguien intenta agobiarte con preguntas acerca de por qué consumes (o no consumes) cierto tipo de comida no le prestes atención y responde que tú te sientes bien alimentándote de la forma en que lo haces. Si insiste siempre puedes recordarle a esa persona que ese no es su asunto.
9. No tienes que rendirle cuentas a nadie acerca de tu vida sexual
Si haces parte de una relación de pareja entre dos personas adultas y por voluntad propia entonces a nadie más que a tu pareja debe importarle dónde, cómo y cuando disfrutas de tu vida sexual. Puedes esperar al matrimonio, tener parejas casuales o incluso experimentar con personas de tu mismo sexo todo lo que te venga en gana. Es tu asunto y no el de nadie más. Tú limítate a respetar el espacio y vida de los demás.
10. No tienes por qué explicarle a nadie nada acerca de tu profesión/oficio o el camino que has elegido para tu vida.
En gran cantidad de ocasiones las circunstancias nos hacen elegir entre trabajo y vida privada, es una decisión que no siempre es fácil de tomar y puedes acabar por elegir el trabajo no porque no te importe tu familia/relación/amistad sino porque te parece que eso es lo correcto. En cualquier caso nunca estás obligado a explicarles a quienes te rodean por qué has preferido dedicar tu vida a un oficio (o al contrario) si tú mismo estás seguro de que haces lo que sientes que debes hacer. Incluso si tienes una crisis las opiniones externas sólo deberían ser bienvenidas en caso de ser solicitadas, de lo contrario siempre puedes recurrir a un muy elegante “no te ofendas, pero no es asunto tuyo“. Y si les parece que haces mal bien pueden no hacerlo en sus vidas.
11. No tienes ninguna obligación de explicarle a nadie tus puntos de vista con respecto a la política o a la religión.
Si eres demócrata, republicano, católico, protestante, musulmán, budista, etc, es tu decisión personal. No tienes ninguna obligación de rendirle cuentas a nadie. Cuando alguien no puede aceptarte tal y como eres ese es su problema, no el tuyo.
12. No hay razón alguna para que justifiques tu soltería.
Si eres soltero o casado, tienes una relación o vives felizmente soltero: no debe importarle a nadie más que a tí. Ser soltero no es un trastorno de la personalidad y eres libre de elegir si tener o no una relación. Tan fácil como decir ”a mi me gusta el helado de vainilla y a tí el de pistacho". ¿Te hacen muchas preguntas? Pues no estás obligado a responderlas.
Por último queremos recordarte este bello poema:
Yo soy Yo
Tú eres Tú.
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres Tú
Yo soy Yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
Será maravilloso
Si no, no puede remediarse.
Falto de amor a Mí mismo
Cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falto de amor a Ti
Cuando intento que seas como yo quiero
En vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo.
Fritz Perls
Fuente: Lifehack
Traducción y adaptación: Genial.guru
Comentario
Me parece perfecta tu apreciación Ana cecilia Terrazas Valdés.
Hola Hola genial.guru: Agregaría nada más, como para que se vaya borrando del lenguaje la antimáxima antimatemática que aplasta bastante: que las parejas no son dos fusionados o fusionadas en uno: UNO MÁS UNO = DOS
Bienvenido a
Mujeres Construyendo
info@mujeresconstruyendo.com
© 2024 Creada por Mujeres Construyendo. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!
Únete a Mujeres Construyendo