Hace una semana, por la madrugada, me enteré del suicidio de una adolescente a quien conocí este año. Ella vivía en un albergue para niños que no pueden ser adoptados, por su situación jurídica.
Tuve la oportunidad de convivir solo un poco con ella, sin embargo, no fue mucho el tiempo de acercamiento. Desde el primer instante pensé en que era probable que se quitara la vida, y en este caso no me equivoqué. Su mirada perdida, la música que escuchaba, sus cambios de comportamiento, en…
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