Usualmente es en diciembre, año con año, que mis emociones, mis sentimientos se estremecen más. Y es lógico que así sea, pues en este mes y a dos días de terminar noviembre y en distintos años, perdí a tres grandes amores de mi vida: mi hijo (tenía 24 años), mi madre y a la amiga de toda la vida. Y así sucede a pesar del tiempo transcurrido, aún cuando no siempre con la misma intensidad. Pero en días pasados estuve muy vulnerable, muy triste y sintiendo muy vivamente esas ausencias. Y…
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