De vez en cuando escucho cómo repiten y hasta se apresuran en decir: “yo no soy machista”.
Escucho risas irónicas acerca de lo radicales y hasta “asalvajadas” que resultamos algunas mujeres cuando nos dicen un piropo, o cuando se arriman a nuestro lado como por tropiezo casual o sin darse cuenta.
De vez en cuando observo cómo algunas personas hacen gestos obscenos, expresiones que consideran graciosas y humorísticas, ante las cuales se supone que yo tendría que estallar a…
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