De vez en cuando escucho cómo repiten y hasta se apresuran en decir: “yo no soy machista”.
Escucho risas irónicas acerca de lo radicales y hasta “asalvajadas” que resultamos algunas mujeres cuando nos dicen un piropo, o cuando se arriman a nuestro lado como por tropiezo casual o sin darse cuenta.
De vez en cuando observo cómo algunas personas hacen gestos obscenos, expresiones que consideran graciosas y humorísticas, ante las cuales se supone que yo tendría que estallar a carcajadas.
En el día a día tengo que escuchar y hasta pretenden que acepte de forma obediente, que todo está en mi cabeza, que veo machismo donde no lo hay, porque no tiene importancia y resultan inofensivos esos piropos, expresiones, gestos y/o insinuaciones.
Ya, claro, por encima de mis santos ovarios. El machismo EXISTE Y SE VE, yo lo veo, y no estoy dispuesta a disculpar ninguna de las armas en apariencia inofensivas que utiliza el patriarcado, tales como esa violencia sutil, esos micromachismos, esa violencia invisibilizada por una sociedad que ya está acostumbrada a todas las pautas de los del “yo no soy machista”.
Las mujeres siguen siendo asesinadas, NO MUEREN, las matan, nos matan por ser mujeres, por considerarnos un obstáculo que impide la supremacía del macho, nos quieren obedientes y acotadas no en nuestro espacio propio sino en el entorno que nos permite el patriarcado.
Ellos, los del “yo no soy machista” siguen atacando con esa fraudulenta máscara de víctimas del feminismo, exigiendo para ellos que una Ley Integral Contra la VG les incluya, es decir, los propios maltratadores quieren que una Ley sobre VG les tenga en cuenta, tenga presente una violencia que dicen se ejerce contra los hombres. Entonces, llegados a esta parte, es donde podríamos nosotras estallar a carcajadas. ¿Dónde está la VG en esos hombres?
Vamos a ver. VG es el poder de dominación que EJERCE EL HOMBRE sobre la mujer, por el hecho de considerar a ésta inferior y considerarse él quien tiene el poder y control, fruto y consecuencia de un patriarcado que da prioridad y honores al hombre por ser hombre.
Es más, aquí lo que estamos viendo en ese día a día son los terribles sucesos de esas “muertes” de mujeres. Mujeres que sí son víctimas de violencia de género, mujeres que denunciaron, otras no lo hicieron, mujeres que tuvieron o siguen teniendo miedo a hablar y señalar al causante de sus golpes, ya sean físicos o psicológicos, ya sea violencia económica, o cualquier tipo de violencia manifestada como acto de control y poder de un hombre hacia esa mujer.
Porque la considera suya, la considera de su propiedad, considera que está para seguir unos patrones que ya desde hace décadas se han venido siguiendo. La mujer debe ser la esposa fiel, la madre de unos hijos, la cuidadora y criadora de un hogar y la responsable de mantener feliz al hombre.
Parecen historias del pasado, historias que quizás nuestras abuelas tuvieron que vivir o las llevaban a cabo como actos voluntarios porque así fueron educadas y no tuvieron otra oportunidad. Pero estas historias se siguen repitiendo hoy en día, distintos escenarios, avancen tecnológicos y otras medidas y maneras de controlar y disponer de la mujer, pero la violencia ejercida da el mismo desencadenante: mujeres con miedo, mujeres asesinadas.
Y aún así, de vez en cuando, muy a menudo, sigo escuchando lo de “yo no soy machista”, “eres una radical”, “feminazi”, “odias a los hombres”, etc.
Pues bien, a todos aquellos del “yo no soy machista”, no es necesario que lo repitáis nunca más, os reto a que lo demostréis.
De vez en cuando es necesario dejar de escuchar para observar si los hombres serían capaces de avanzar sin el poder del patriarcado.
Avanzar SIEMPRE es posible, pero necesitamos estar vivas, “nos queremos vivas” para observar ese reto.
Laura Díaz
Link a enlace https://caunomasmaltrato.wordpress.com/2015/08/17/estimado-machista...
Comentario
Querida Laura
exacto, me encanta cuando me dicen "feminazi", por que creen que me estan ofendiendo, al contrario solo los veo y me da risa o los ignoro, alguno que otro me ha preguntado, y siempre salen con la misma
- no soy machista, pero eres bien feminazi
- ok
- osea no te enojas
- no, al contrario estas aceptando que eres un machista al decirme feminazi y que me categorices así no me ofende al contrario visibilizas mi lucha con tus acciones
Cuándo he tenido oportunidad de responder así, es increible la manera en que se callan, cambian de tema o se retiran, al "machista", lo que menos le sgusta que es que contestes con su misma ofensa, menos que le contestes.
Y claro la violencia de género al hombre es una inconsistencia hasta natural, el hombre jamas ha sido una minoria, jamas a sufrido un tipo de violencia o discriminación por su fisico, sus pensamientos, sus exigencias, necesidades o por simple natraleza.
Creo que la necesidad de muchos hombres de decirse violentados recae en que necesitan y quieren recordar quién tiene el poder, por que al final la lucha de géneros es eso, una lucha por el poder.
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