Con motivo de la reciente dimisión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, me ha resultado posible escuchar y leer diversas opiniones con respecto a la rueda de prensa convocada a tal efecto, cometarios tales como que pidió disculpas, reconoció su error, bla, bla, bla.

Igual es que no estamos hablando de la misma rueda de prensa que yo vi, porque no recuerdo que este señor mostrara sus disculpas a todas las mujeres a las que pretendía condenar por elegir de manera libre no traer un hijo al mundo, tampoco escuché nada en referencia a esa Ley que quería imponer para que nosotras como mujeres fuéramos penalizadas por ejercer el derecho de abortar.

Quería hablar en nombre de muchas mujeres, pero no quiero crear controversia, y quien tenga algo que opinar que hable por sí mismo, yo haré lo propio, hablaré por mí misma.

Como mujer pretendo y tengo derecho a disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria, hasta ahí nadie pone objeción, la cuestión es por qué cuando de esa relación sexual se produce un embarazo NO DESEADO, lo único o por lo menos en gran mayoría lo que se produce es una prohibición de decidir sobre nuestro cuerpo, sobre lo que hay en nuestro útero, ese “algo” que las mentes iluminadas llaman “persona”. Vamos a ver, para todos aquellos que se perdieron las clases de reproducción humana en el colegio, un óvulo fecundado no es una persona. Al día de hoy creo que todavía no existen óvulos que tengan miembros y órganos internos.

Es que las mujeres estamos bastante cansadas de los llamados movimientos “pro vida” donde se indica que el aborto es un asesinato, haciendo farándula de poder demostrarlo, y así vemos esas ecografías donde se “identifica” un feto. Si bien creo recordar, los óvulos tampoco tienen forma de feto.

Con respecto a la opinión de los hombres, algunos hombres, cuando hacen alegato diciendo que ellos también son parte de esa decisión, porque ellos pusieron su parte, ellos esto, ellos lo otro, y siempre ellos, por encima de cualquier planteamiento, ellos, ellos y sólo ellos. A ver hombres del mundo, sí, de acuerdo, para procrear por supuesto que es necesaria la interneción de vuestros espermatozoides, ¿y? ¿Acaso tenéis útero? Si la naturaleza dotó a la mujer con tales “pertenencias” por qué otro ser humano ha de quitar el poder sobre aquello que es de exclusividad nuestro.

La pérdida de visión periférica del Patriarcado es lo que ha hecho que las mujeres seamos invisibilizadas, nos han hecho creer que el hombre nos “completa” y en base a ello, para fijar ese acuerdo de cuerpos que se aferran a una parte contraria que los termina de hacer, tenemos como resultado ese recuento de espermatozoides que acaba teniendo mayor peso que nuestra decisión de no querer gestar sino abortar.

Las mujeres ya nacimos completas, no necesitamos que un hombre invada nuestro cuerpo para dar lugar a otra vida si en ese momento nosotras no queremos un embarazo. En cualquier caso, las mujeres podemos decidir COMPLEMENTAR nuestro poder de elección. Dicho poder no es otro que el de protagonizar las decisiones que conciernen a nuestro cuerpo, nuestros derechos y nuestra libertad.

Lamento deciros que un pene no tendrá nunca mayor poder que mi derecho a decidir. Pero claro, mientras el Patriarcado siga condenando los pecados de nuestro útero, nosotras tendremos que seguir luchando por esa particularidad de la que nos dotó la naturaleza. Tal derecho sólo es legítimo si tienes útero, por ese motivo yo decido sobre mi cuerpo.

Y como en otras ocasiones, para quienes penséis que es apología del feminismo, pues que así sea, el caso es que si el Patriarcado nos toca los ovarios, nosotras removemos las entrañas del mundo.

Aborto libre no es una imposición. Si no quieres abortar no lo hagas, pero no condenes a quien toma esa opción.

Aborto libre no es una condena, es una decisión y un derecho.

Laura Díaz

Link a enlace https://caunomasmaltrato.wordpress.com/2014/09/28/aceptalo-tu-pene-...