Fernanda duerme ahora, claro es la hora de la siesta y aprovecho para escribir.
Hace un rato me sorprendió, después de tomar su teta me quedé con el torso descubierto y ella se incorporó para jugar. Yo permanecí recostada observándola. Ella comenzó a soplar en mi barriga, como haciendo trompetillas con su boca sobre mi panza. Fue muy divertido.
De momento no fui consciente de lo que sucedía: Fernanda estaba haciendo a su mamá lo mismo que mamá le hace a ella. Parece inocente lo…
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