«Siempre digo que las cosas están destinadas a ser y todo sucede por una razón, así que no me arrepiento». Kevin Pietersen.

Mientras disfrutaba de un intenso café en uno de los lugares increíbles que podemos encontrar en la CDMX, en la Zona Rosa: La Cafebrería el Péndulo, me encontré una frase, que mencionaba como una taza de café puede compararse a la vida; por ejemplo, algunas personas toman el café dulce o amargo, frío o caliente, solo o acompañado.

Al saborear el café y darme cuenta de que si mezclamos nuestros seres amados, los instantes, las cosas que nos hacen felices, como estar en un lugar abierto (sobre todo ahora que debemos cuidar de el distanciamiento social para cuidar nuestra salud), la naturaleza y un buen libro como “Arquitectos mexicanos: Enfoque en la perfección”, tenemos una mezcla completa como una taza perfecta de café.

La familia y los amigos nos permiten aprender a vivir mejores momentos, la mayor parte de las veces dulces; el amor nos permite aprender a que existen nuevas y mejores emociones, mezclar los sabores y que estas emociones pueden ser compartidas, como una rebanada de pastel.

“El amor verdadero nunca muere, solo se hace más intenso con el tiempo… “ como una taza de café.

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