Nadie habla de lo que duele tener que empezar de nuevo cuando ya habías recorrido tanto.
Cuando ya habías construido una imagen, una relación, una carrera, una versión de ti. Cuando ya habías invertido tiempo, esfuerzo, amor, esperanza.
Y, sin embargo, algo dentro de ti dice: esto ya no me representa. Esto ya no soy.
Ahí empieza lo difícil. Porque volver a empezar también implica soltar. A veces sin cierre. A veces con culpa. A veces con miedo de lo que dirán los demás.
Pero a veces, comenzar de nuevo es el acto más profundo de amor propio que puedes hacer.
No porque fallaste. No porque no lo diste todo. Sino porque ya no quieres seguir traicionándote a ti misma por miedo a empezar otra vez.
Volver a empezar es valiente. No ingenuo. Y se vale. Se vale, aunque ya habías llegado lejos.
Hoy escribo para ti, mujer que se está replanteando. La que está soltando una identidad que ya no le queda. La que está aprendiendo a ser novata otra vez, sin perder su dignidad.
Estás empezando desde otro lugar: desde todo lo que sabes, todo lo que sentiste, todo lo que no vas a repetir.
Y eso, también es avanzar.
- Betty
¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!
Únete a Mujeres Construyendo