A los 47 años regresó a los escenarios de Argentina después de vivir 3 años exiliada fuera de su país. En febrero de 1982 realizó una serie de 13 conciertos en el Teatro Opera de Buenos Aires con invitados especiales y un repertorio que incluyó canciones folclóricas, rock argentino, tangos, trova cubana y canciones brasileñas.

Miedo, angustia y preocupaciones deben haber sido sus sensaciones. Sin embargo, confió en su intuición, apertura mental, deseos de compartir, ilusiones y valentía para dar ese paso.

Cerca de los 50 años esas fueron algunas de las palabras que definieron el momento personal, artístico y político de Mercedes Sosa.

En términos actuales puede decirse que Mercedes Sosa se reinventó con dichos conciertos dado que la confluencia con otros géneros musicales amplió su vasto repertorio. Además, una nueva generación de público, en su mayoría jóvenes, la escuchó por primera vez y contribuyó a que se convierta en lo que es: una de las cantantes más destacadas de Latinoamérica.

De los conciertos en el Teatro Opera queda la edición de un disco de vinilo doble grabado en vivo: “Mercedes Sosa en Argentina”.

Si ella pudo, todas podemos.

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