Enseñar normas técnicas, procesos industriales o sistemas de gestión puede sonar frío o complejo. Pero cuando lo haces con conciencia, humanidad y estrategia, puedes transformar no solo lo que enseñas... sino también a quien lo aprende.
Ser mentora no es repetir fórmulas. Es acompañar desde la experiencia, mirar a la otra persona sin juicio, y tener la habilidad de traducir lo difícil en lo posible. Es también reconocer que detrás de cada duda técnica, hay una historia humana.
He acompañado a líderes, auditores e instructores en sectores muy técnicos. Y sé que lo que realmente queda no es el PowerPoint perfecto, ni la lista de requisitos, sino la manera en que los hiciste sentir capaces.
Saber cuándo pausar una explicación para dar espacio al silencio.
Traducir un inciso normativo en un ejemplo que conecte con la vida real.
Mirar a los ojos a quien duda, y decir con certeza: "lo puedes lograr".
Significa tener empatía por quien está aprendiendo.
Significa traer tu historia a la mesa para inspirar.
Significa dejar huella, incluso cuando el contenido es técnico.
"La técnica se memoriza. El estilo se siente."
No necesitamos más instructores que repitan. Necesitamos más mentoras con estilo. Mujeres que acompañen desde el conocimiento, pero también desde la intuición, la experiencia y la pasión por enseñar.
Si tú también enseñas, lideras o formas personas: Este es tu recordatorio para hacerlo con alma. Con intención. Con estilo.
Con cariño y estrategia,
Betty Palmeros
Comentario
Coincido Betty,
Hay que hacer lo que hagamos con compromiso y mucho corazón.
Gracias por recordarnos el alma de la mentoría.
Claudia
Bienvenido a
Mujeres Construyendo
© 2025 Creada por Mujeres Construyendo.
Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!
Únete a Mujeres Construyendo