Siempre me resulta complicado comprarme ropa, ninguna talla me queda y termino por pensar que de verdad soy un mounstrou, pero no, tengo que cambiar de tienda, muchas tiendas me están vetadas, mis caderas no entraran en su talla grande o extra-grande y de encontrar un pantalón será negro, los colores están vetadas para las gordas.

 

Puedo narrar las veces que he entrado a una tienda y la vendedora me aborda para preguntar que busco con cara de sorpresa mientras me mira: ¡Un pantalón sexy y rosa! Le contesto picara y la hago trabajar (jajaja)

Tengo amigas con las que puedo reír hablando de dietas “todo el día”, las conozco todas, algunas las he hecho y termino enferma, como la vez que hice una a base de proteína y me reseque los intestinos (fue horrible), también puedo hablar de los chochos para bajar de peso: pastillas que literalmente te hacen anoréxica y dejas de comer por días, el problema era la taquicardia y por ello las dejaron de vender. (jajaja)

Ser gorda también significa ser invisible y para algunas nos resulta práctico. El acoso callejero es molesto, los piropos son muchas veces ofensivos y las miradas lascivas cuando quieres mostrar tu talento, es un insulto. Basta recordar mi clásico post de “Me gusta usar tanga” donde narro como se nos ve a las mujeres como objetos por la calle.

Y lo sufre cualquiera y en cualquier lugar. Hace tiempo, dando clases de argumentación jurídica en un juzgado de Distrito, el proyectista sin saber que seria su instructora, me veía de espaldas (mi hermoso trasero) y se me acerco diciendo: ¡Mamacita! Yo no supe si reír, acusarlo con su jefe: el juez, al Consejo de la Judicatura o simplemente reprobarlo.

El acoso lo he sufrido en todos lados: en la calle, el trabajo, en juzgados, disfrazada de mama (el mas molesto: cuando voy con mi hija del brazo). Logran intimidarme, logran que sienta miedo y por eso, ser gorda es la mejor solución cuando quieres que vean tu talento, pero me gusta sentirme bonita (es tan difícil de entender), ayer para sorpresa de la vendedora le pedí un pantalón rosa que ame y ME QUEDO su talla grande, es algo que no pasa muy seguido y hoy encuentre en la red un corto: GORGOFOBIA

Para ver el vídeo haz clic aquí…

Y lo quise compartir: "Ser gorda es un insulto porque la publicidad nos ha hecho creer que ser gorda no vende y su método ha sido eliminar a las gordas del mapa publico del deseo. Una cultura obsesionada con la delgadez femenina no está obsesionada con la belleza de las mujeres sino que está obsesionada con la OBEDIENCIA de las mujeres. La dieta es el sedante político más importante de la historia. Una población tranquilamente loca, es una población dócil".

 

Luego subo la foto con el pantalón rosa, que me encanta y me hace sentir bonita.

MI COMPU SE NIEGA A PONER TODOS LOS ACENTOS, lo corrijo mas tarde.

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Comentario

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Comentario de Mariangel Calderon el octubre 1, 2014 a las 2:02pm

Me quedo con lo de la obediencia, una mujer sin comer, supeditada a los estandares de belleza "normales" es totalmente dócil, totalmente vulnerable y con el tiempo totalmente ida, todas hemos hecho dietas para reconciliarnos con el espejo, el problema es cuando el espejo es cruel y ni un halago te hace. Buen post. Felicidades.

Comentario de Angélica Meza el julio 25, 2014 a las 10:58am

Gracias por sus comentarios, creo es la historia de muchas y una las manifestaciones de la violencia hacia las mujeres, así que hagamos la rebelión de las gorditas, besos, sean felices

Comentario de Guadalupe Albert el julio 24, 2014 a las 11:35pm

Angélica,

Me gustó mucho cómo pones la realidad sobre la obesidad.

Yo pertenezco a la generación de cuando no existía la anorexia y la bulimia, pero sí las anfetaminas para bajar de peso y los chochos de colores.

Me has dado una gran idea con tu blog.  Voy a contar mi historia y el legado que dejo después de haber sido la "gordita" de todos los grupos.

Felicidades!

Comentario de Kelebek el julio 24, 2014 a las 2:25pm

Ay, Angie. Casi parece que estoy leyendo mi propia historia.

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