La maternidad en la niñez es un problema sumamente grave, porque no es el resultado de una decisión deliberada, sino consecuencia de la ausencia de poder de decisión y de circunstancias que están fuera del control de las niñas; refleja las situaciones de desigualdad y de pobreza de las niñas, y en muchas ocasiones, es el resultado de la violencia y la coacción sexual que ejercen compañeros, familiares, parejas y comunidades. Tiene consecuencias inmediatas y duraderas en la salud, la educación, el poder adquisitivo y en general, en la manera en que se desarrolla la vida de la niña.
El embarazo en adolescentes es producto de diversos factores subyacentes sociales y económicos, por lo que suelen tomarse medidas para tratan principalmente de cambiar el comportamiento de la niña, de modo que no abordan los factores determinantes.
Por ello, las claves para enfrentarlo son:
1. EVITAR LA DESERCIÓN ESCOLAR
Las niñas que permanecen en la escuela más tiempo son menos proclives a quedar embarazadas, además, la educación prepara a las niñas para el trabajo y la subsistencia, mejora su autoestima y su posición en el hogar y en la comunidad, y les permite influir más en las decisiones que afectan su vida.
"La educación también reduce la probabilidad de matrimonio infantil y retrasa la maternidad, con lo cual, al final, los partos terminan siendo más saludables."
Y para el caso de las niñas y adolescentes embarazadas, evitar que abandonen sus estudios a través de programas de apoyo educativo y becas para fortalecer su permanencia en la escuela. Favorecer esquemas flexibles de atención educativa para niñas y adolescentes embarazadas o madres.
2. IMPARTIR EDUCACIÓN SEXUAL
3. PREVENIR Y ATENDER LA VIOLENCIA Y LA COACCIÓN SEXUAL.
La violencia por razones de género puede adoptar una forma psicológica, física y sexual, y conlleva la imposición o el mantenimiento de desequilibrio de poder entre los sexos. La violencia por razones de género contribuye a reforzar activamente las desigualdades entre hombres y mujeres, los estereotipos y los papeles que la sociedad impone a cada sexo. Por ello, se debe:
4. ELIMINAR EL MATRIMONIO INFANTIL
Realizar las reformas legislativas necesarias a efecto de garantizar que la edad mínima para contraer matrimonio sea de 18 años tanto para hombres como para mujeres.
5. RESPETAR SUS DERECHOS REPRODUCTIVOS Y GARANTIZAR ACCESO A MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS
Las niñas necesitan acceso a servicios e información de salud sexual y reproductiva, así como un alivio con respecto a las presiones económicas y sociales que a menudo conducen al embarazo y a la pobreza, la salud precaria y el potencial humano frustrado que resultan del embarazo. Para ello, se debe:
6. DESARROLLAR LA CAPACIDAD DE TOMA DE DECISIONES EN LAS NIÑAS
Es necesario dejar las intervenciones limitadas a la prevención del embarazo, e implementar enfoques más amplios que desarrollen la capacidad de tomar decisiones sobre su vida (incluidos los temas de salud sexual y reproductiva) y presenten oportunidades reales a las niñas de modo que no consideren la maternidad como su único destino.
Para más información www.amigoslarevista.com
Sígueme en twitter @angymeza
Comentario
Fuertísima información Angy. Gracias no solo por compartirla sino por presentar propuestas de qué hacer ante una situación así. Abrazo.
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