Es el mes de la madre y ando cursi. Hace cinco años cambió mi vida. De entonces para acá entré en curso intensivo sobre mí. Solía pensar que si me habían abandonado era porque era mucho paquete (en el sentido negativo: no lo suficientemente bonita, lista, emprendedora, la culpa estaba en mí). Hoy creo que sí soy mucho paquete (en el sentido positivo: energía para dar y regalar, fuerza, ganas de vivir, amorosa, una necedad que se vuelve perseverancia y unas risas que cruzan el mundo como boomerang). El que nos hayamos separado, tal vez diga más de él que de mí. Algún miedo, inseguridad, culpa nos alejó. Hoy me gusta creer que cada quien está con quien cree merecer (lo mejor o lo peor, cada quien su escala). Sí, soy un paquetote y no estoy sola, muchas otras madres solteras se saben paquetotes ¿quién me va a querer con chamacos, trabajo 24/7, y esta locura por devorarme la vida? Ojalá más madres solteras se vayan moviendo al sí, somos un paquetote de energía, amor, trabajo y me basto sola, así que si el amor de pareja llega tendrá que ser en forma de equidad, equipo, verdad y nada de: me haces un favor al aceptarme con hijos e historia (Nunca me gustó esa forma que tiene la sociedad de mirarnos). Por un mes de paquetotes como yo y de mamás que sí encontraron un papá que las acompaña en su maternidad. #SoyMadre
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