Se acercan las Fiestas y comienzan los preparativos:  los regalos, la decoración, el menú de la cena, el lugar donde reunirse...
Y aparecen, implícitamente , las "sillas vacías", las personas que no están
La persona que está lejos, la que la vida llevó por otro camino, la que eligió no estar, la que se enemistó, la que se llevó la muerte
Y aparece la tristeza.  Y las "sillas vacías" duelen.  Y niecesito ese abrazo contenedor y prolongado que no va a llegar de esas personas
Y extraño sonrisas
Y los ojos se llenan de lágrimas
Y duele
Pero es la realidad. Y a la realidad hay que aceptarla
Entonces suspiro hondo y giro la cabeza. y veo las "Sillas ocupadas".  Son las personas que me aman.  Y sonrío.  Así es parte de la vida: pérdidas y ganancias.
Así voy a brindar el 24, con lágrimas contenidas por las "sillas vacías", y sonriendo desde el alma por las sillas..."ocupadas"...Feliz!
Sí, feliz a pesar de la tristeza.  Porque ser feliz no es necesariamente estar alegre.  La alegría es una emoción pasajera que termina cuando el buen momento finaliza.  La felicidad es otra cosa.  Es un estado del alma.  Ser feliz es estar en paz.  En paz sabiendo que estoy recorriendo el camino correcto, el que coincide con el sentido de mi vida, el de mis errores y triunfos, con mis miedos y mi coraje.
Mi camino, el que yo elegí.  Un camino en el que hice todo lo que pude, y más, por los que no están, a los que me brindé incondicionalmente, a los que amé.....Les mando un abrazo lleno de cariño.
  Autor anónimo

Vistas: 154

Los comentarios están cerrados para esta entrada

Comentario de Renata Rodriguez el diciembre 29, 2013 a las 8:19am

Amiga, Siéntate cómoda en un lugar privado, deja una almohada gordita a mano. Cierra tus ojos, trae a la mente cada una de esas sillas vacías: una por una. Mírala a los ojos, dile que le quieres, que le extrañas, dile lo que necesites decirle. No esperes que te abrace, da tu el primer paso y abraza la almohada con todas tus ganas. Tu intención llegará a cada persona esté o no en este mundo. Al final, cuando hayas terminado con todas las sillas, cambia la almohada por la más flaca que tengas: ese abrazo te lo mando yo.

Contacto

info@mujeresconstruyendo.com

Miembros

¡Sigamos conversando en nuestras redes sociales!

 



© 2024   Creada por Mujeres Construyendo.   Con tecnología de

Insignias  |  Informar un problema  |  Política de privacidad  |  Términos de servicio