O al menos eso asume la gente que escucha a las personas que están en altos mandos cuando su habilidad para comunicar no es buena al presentarse ante audiencias.  La marca personal de un profesional de éxito, se liga a todo lo que forma su presencia ejecutiva:

Su apariencia:  Que se vista de acuerdo a su industria y la ocasión, que tenga la habilidad de hacerlo con clase, con armonía y de acuerdo a sus atributos personales; de esta manera pueda proyectar que es lo que parece y que es tan capaz como se ve.

Su comportamiento: Importantísimo comportarse con etiqueta y con clase en todo momento, saber hacer a otros sentirse cómodos cuando los visitan y adaptarse a sus culturas, si es que los van a visitar en su territorio. No hablar demasiado fuerte en  restaurantes o lugares públicos, saber hacer sentir cómodo a sus clientes si  los invitan a comer o a sus oficinas, inclusive en viajes de negocios. También es primordial mostrar agilidad y saber desenvolverse en juntas de negocio y salas de consejo.

Su comunicación: La poca habilidad para comunicarse puede afectar en un gran porcentaje a la percepción que tienen otros de un líder. Por ejemplo si habla gritando o agrediendo a otros, afecta el cómo otros perciben en su calidad de liderazgo.  Si tiene que comunicar una situación delicada y demostrar que es empático con la crisis por la que están pasando, que lo que informa no solo es claro sino que conoce de lo que está hablando, transmite tranquilidad y confianza a otros. Si logra expresar de forma asertiva el interés que tiene en otros y no demanda autoridad, demuestra que es un verdadero líder y que está preparado para estos retos.

Cualquiera de los anteriores, al no ser cuidado con detalle, puede afectar la percepción de tu capacidad de liderazgo y así tengas la experiencia y los conocimientos que se requieren para el puesto, si no cuidas como reflejas cada detalle, otros pensarán que no eres capaz para ese nivel.

Recientemente, (no es la primera vez) sacaron a relucir en los medios al Presidente de la Republica que volvió a equivocarse en una inauguración, al trabarse y mencionar que Lagos de Moreno y León eran Estados.  Aun cuando se corrigió durante su discurso, el daño ya está hecho y lo que pude ver en los medios sociales es que la mayoría de las personas comentan que no tiene la capacidad de ser nuestro Presidente si no sabe distinguir una Ciudad de un Estado.

Todos nos equivocamos de vez en cuando, solo recuerda, que cuando estás en niveles importantes, cuando estás en la mira de todo mundo por la responsabilidad que concierne a tu nuevo puesto o mando, todos alrededor estarán observando lo que haces y cómo lo haces. Si no preparas con tiempo un discurso y te concentras para que se vea que le diste prioridad y le dedicaste tiempo, si no comunicas con un tono de voz que proyecte seguridad y que atraiga la atención de tu audiencia, si no controlas tu lenguaje no verbal al estar en un estrado, sentado en un foro o al participar en una sala de consejo, todo afecta la percepción de tu liderazgo.  Lo que en años conseguiste y construiste para formar  tu reputación, se puede derrumbar en segundos. Quizá sea muy complicado volver a construir tu marca para  mandar el mensaje de responsabilidad y congruencia.  Las personas notan cuando no estás preparado o cuando te ves débil al transmitir un mensaje, esto influye directamente te guste o no en tu presencia ejecutiva.  Toma el tiempo ara preparar y practicar tu  mensaje, cómo todo, la práctica hace al maestro y en el futuro puedas tomar cada vez menos tiempo en lograrlo.

Foto “[Dreamstime]”

Ale Marroquín, es consultor en imagen y protocolo de negocios. Certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen (AICI) como FLC (First Level Certificate). Con casi 20 años de experiencia en áreas de ventas y relaciones con clientes, Ale Marroquín, asesora a las personas para transformar sus habilidades en áreas de comunicación, liderazgo, comportamiento, actitud y apariencia profesional. Acelerando el potencial de las personas. www.alemarroquin.com twitter @a_marroquin