“¿Y tú que chingaos hiciste para que te dieran ese puesto?, no abrir las piernas”,
Estoy enojada, con esa frase iniciare el texto de esta semana, estoy cansada de ser tan machista al creer que una linda chica tiene lo que tiene por ser eso “bonita”, estoy cansada de que piensen que cualquier puesto es por qué “andas con un viejonon”, cualquier viaje es para verte con “los novios” y sobretodo, cualquier mérito es “por abrir las piernas”.
¿Es en serio?, no podemos simplemente ser lo suficientemente listas, agradables, simpáticas, inteligentes, astutas y al mismo tiempo usar tacones, falda o tenis para poder obtener nuestros propios puestos sin tener que estar esperando subirnos la falda y bajarnos las pantaletas.
“¿Por qué la seleccionaron a ella y no a mí?, porque ella afloja”
Al escribir estas líneas pienso en todas mis compañeras y amigas que desde diferentes ángulos están persiguiendo sus sueños y también pienso en todas aquellas que sin conocer han sido víctimas de nuestras propias críticas, tal vez no sabemos o ignoramos pero son parte de esa violencia silenciosa que es el acoso, violencia laboral que se presenta en cualquier tipo de trabajo.
Mi padre me lo dijo cuando decidí dedicarme a la política “te toparas con eso y más, estará el que quiera aprovecharse y el que gratifique tus triunfos”, el camino es complicado y en poco tiempo hemos avanzado de manera increíble, pero ciertas prácticas siguen dándose, seguimos creyendo que para obtener algo ocupamos del “padrino”. Me desespera, me molesta que usar una falda sea la diferencia entre ser y no ser; podrán creer que la columna de esta semana sea una serie de deshago, pero al contrario, es una reflexión por que la búsqueda hacia la igualdad de oportunidades radica en que una falda y un pantalón, unos enormes pechos o una carita de modelo no tengan nada que ver al momento de designar un puesto, un curul o lo que sea.
Me encantan las mujeres que luchan, las que tienen la mirada fija en un punto, las que no tienen novio, esposo o apellido influyente, las que son ellas mismas, la igualdad debe darse cuando el trabajo y el esfuerzo sean la carta de presentación para hombres y mujeres por igual, no anteponiendo nuestro género, los favores o que tan “rico nos movemos”. La lucha por nuestra libertad conlleva eso, la libertad de decidir qué hacemos con nuestro cuerpo, pero eso no implica ser la “nalguita” de alguien.
El problema radica en que, esto seguirá siendo un círculo vicioso mientras no podamos erradicar varias cosas:
1.- La mujer contra una mujer es lo peor, organizamos chismes, confabulamos, sabemos con quien hablar para obtener cierta información y que información dar a cambio, no lo nieguen, todas absolutamente todas lo hemos hecho, lo mejor es cuándo sabes que esa idea implantada tuvo efecto.
2.- Ustedes –hombres- deben de dejar de vernos como carne en pasarela y sobretodo de no incluir, mezclar o lo que sea el placer o el sexo en el trabajo, política, academia, entre otros. Sí podemos ser amigas y compañeras, si podemos lograr y alcanzar triunfos sin tener que estar buscando con quién.
3.- Sororidad chicas, ante todo no caigamos, no callemos y delatar, se dice fácil pero es un camino largo y complicado donde el dinero, poder y hasta la envidia nos quiere regir. Entre nosotras intentemos no pensar en qué los logros de las demás son por sus atributos físicos, porque su novio es el presidente, ejecutivo o lo que sea, todas tenemos cerebro aunque nos hagan creer lo contrario. Y algo importante, no nos prestemos a esos métodos para alcanzar el triunfo fácil, sabe mejor el éxito que llega con el esfuerzo.
Estoy cansada, enojada y mucho más, de que crean que mis triunfos y sueños tienen un precio, no tengo apellido, ni cuenta y menos abro las piernas, tengo un cerebro, ganas y dedicación y esa es la respuesta para cuando me pregunten y nos pregunten “¿Y tú que chingaos hiciste para que te dieran ese puesto?”.
Bienvenido a
Mujeres Construyendo
info@mujeresconstruyendo.com
© 2024 Creada por Mujeres Construyendo. Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!
Únete a Mujeres Construyendo