Las personas que quieren tener éxito en lo profesional, no pueden olvidar o descuidar ciertos elementos de su imagen personal que son importantes para mantener su crecimiento y desarrollo.

Alguno que otro descuida la forma en cómo se dirige con sus colegas y equipo (ese sería todo un tema para otro blog), otro decide que si su reputación lo antecede entonces no importa que de repente llegue tarde, o que se tome bebidas con alcohol en la comida de negocios y  muchos otros, descuidan su apariencia.

La forma en cómo vistes y cuidas tu imagen personal, manda mensajes de lo que es importante para ti.  Si toda tu carrera fuiste cuidadoso en tu forma de vestir, en que la barba no estuviera descuidada y de repente con el éxito decides relajarte un poco, estás mandando justo ese mensaje, que ya lo demás no importa y tu comodidad y cómo te sientes sí.  Esa congruencia y ese estándar con el que otros te percibían, se empieza a debilitar.

Si subes o bajas de peso, afecta tu imagen no solo por tu salud, sino por cómo luces al vestir.  Si está demasiado floja tu ropa por que bajaste algunos kilos, quizá otros antes de notar que has bajado de peso, primero te vean descuidado y desarreglado.  Al contrario, cuando tienes sobre peso y tu ropa te queda demasiado ajustada, otros lo pueden ligar  con tu disciplina y el orden que pones en todas tus acciones.  Cuando esas cosas suceden, hay que ir al sastre a meterle a la ropa o tener una talla más a la mano, claro lo mejor sería que no subas de peso.

Al hombre o mujer que solo quiere estar a la moda, puede perder de vista que otros perciban que lo profesional no es tan importante y que no cuidaron vestir de acuerdo al lugar al que van.  Hay modas que no aplican en ciertas industrias en lo profesional y eso puede detener o frenar tu crecimiento y posibles promociones.   Sobre todo, las mujeres que ponen demasiado esmero en vestir a la moda, pueden confundir el mensaje profesional que mandan a su alrededor, puede hacer dudar si realmente les interesa tener crecimiento profesional.

Las persona te tomarán más en serio, independientemente del talento que te distinga, por cómo te perciben en la importancia que le das al vestir.  Son pocos los segundos que otros tienen de hacerse un juicio  sobre quien eres, si te dedican tiempo o si pueden confiar en ti, por eso la forma en que vistes es el primer paso para determinar lo que perciben de ti; los pasos siguientes que lograrán consolidar tu presencia ejecutiva se miden en tu comunicación y cómo te comportas.

Para muchos, este es un tema controversial, por que deciden que eso no importa, que lo que es relevante es lo que saben o lo que han logrado, y empiezan a relajarse  y no poner cuidado en los pequeños detalles al vestir.  Cuando las cosas se ponen difíciles y hay algo en tu marca personal que otros no te logran identificar al 100% como alguien capaz de enfrentar retos, con temple y responsabilidad, ese pequeño detalle que decidiste no atender, puede ser el que detone una alarma para que no te consideren para una promoción o para que decidan quitarte del equipo. No son siempre circunstancias externas las que definen eso, puede que sea el criterio con el que alguien más te mide, por eso es importante asegurarnos que el mensaje que queremos mandar es el que realmente están recibiendo las personas alrededor. Analiza si ya hiciste este auto examen: Si realmente estás proyectando lo que quieres transmitir.

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Ale Marroquín es fundadora y directora de Imagen y Protocolo de Negocios especialista en personal branding. Se dedica a reinventar y posicionar la marca personal de profesionales, ejecutivos de alto nivel, emprendedores que quieren acelerar su potencial a través de su presencia ejecutiva. Ella está certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen como CIP (Certified Image Professional).

Acelerando el potencial de las personas.