¡Lo lograste!

Decidiste iniciar tu negocio. Te daba pánico, pero te atreviste y empezaste.

Todo ha sido emoción desde el día uno: definir productos o servicios, tu clientela, definir si sería físico o en línea, hacer pasarela de pagos, convertirte en empresa o hacer todo como profesionista con actividad empresarial, hacer publicidad, marketing "como siempre" y digital, ventas, relaciones públicas, construir tu ecosistema digital, organizar un espacio en tu casa para hacer home office,....ufff.

Ha pasado tiempo y sigues con la adrenalina a todo lo que da. Empiezas a preguntarte si querías ser independiente para vivir así. No paras y ni siquiera te das tiempo de decir que estás cansada porque hacerlo implica pérdidas y no generar ingresos. ¿Qué son los fines de semana? Días de trabajo con menos llamadas.

Estos son los retos que tiene cualquier empresaria, negocio, empresa, la única diferencia es que en este momento TÚ eres todo: eres la que produce, vende, da seguimiento, atiende clientela, escribe contenidos, resuelve dudas. Eres solopreneur. Has emprendido en solitario.

En Estados Unidos se calcula que existen más de 41 millones de personas que viven así y contribuyen a la economía del país con 1.3 billones de dólares. En la Unión Europea hay 17 millones de personas que entran en esta categoría. En el sureste asiático y el resto del mundo, esta tendencia va en aumento. La digitalización de la economía ha contribuído a eso.

Ha llegado el momento de responderte una pregunta clave: ¿Quieres que esto sea tu estilo de vida o es sólo parte de un proceso de consolidación empresarial? La respuesta que te des es la correcta, no hay respuestas buenas ni malas en esta decisión. Cada una tiene sus prons y sus cons.

En mi caso, decidí hacerme solopreneur en un tercer reset de mi vida. Me gusta trabajar por mi cuenta y asumí que sería más sencillo iniciar así mi camino como emprendedora y empresaria. El camino ha estado lleno de retos. El primero, y creo que más importante, ha sido darme cuenta de que ser empresaria en cualquier escala implica tener el mindset adecuado y yo no tenía mindset de empresaria. Tenía la voluntad de serlo, pero no la experiencia. Fui funcionaria pública casi veinte años y después emprendedora digital a la par que dirigí un think tank en México por muchos años. ¿Qué quiere decir esto? Que tenía la intención de hacer negocios por mi cuenta pero que mi formación central fue como asalariada hasta que decidí despedir a mis jefes. Entonces si salté, no sé aún si con o sin paracaídas, al espacio empresarial y decidí hacerlo el año anterior a que iniciara la pandemia.

El aprendizaje ha sido fast track, adrenalínico a decir basta, pero fabuloso.

Respecto a la pregunta que te hacía arriba, yo ya la respondí, y mi respuesta ha sido: esta fase es una transición. Tengó el espíritu explorador y aventado que se requiere para iniciar algo nuevo (ese si lo he tenido toda mi vida) pero me interesa consolidar mi empresa más que seguir por el trayecto del solopreneurship.

Si estás ahora mismo en medio del circo de varias pistas que implica ser tú sola todo, te dejo algunos consejos que a mi me han resultado utilísimos y me han dado claridad:

  1. Haz carpetas con las diferentes área de tu negocio y asigna tiempos en la semana: administración, gestión de pagos, cobros, ventas y marketing, difusión, etcétera. Ya sé que todo es importante, pero NO puedes hacer todo al mismo tiempo y si lo intentas, verás tu ineficiencia exponenciada. La organización y que tu agenda refleje tus prioridades es vital. Es un asunto de supervivencia, ni más ni menos.
  2. Cuida tus mañanas a capa y espada. Para mi las mañanas son sagradas. ¿A qué me refiero? Las mañanas hazlas tuyas: medita o haz ejercicio, escribe y lee. Me vas a decir que estoy loca, que sabiendo lo que implica tener todo a tu cargo te propongo que hagas esto. Pues si. Si empiezas el día en tu eje, focalizada y en calma, el resto de tus actividades podrás hacerlas con claridad, energía y asertividad. La idea es que trabajes para vivir, no que vivas para trabajar. Usa ese tiempo de escribir para planear tu día, repasar tus objetivos y definir cómo quieres sentirte. Lee y aprende cosas nuevas que te ayuden a fortalecer tu mindset de empresaria. Dedícale 20 minutos a cada una de las cosas. Créeme que eso hace la diferencia. Algo clave de esta rutina: NO, repito, NO te conectes al celular en cuanto abras los ojos. Cuando lo haces empiezas a reaccionar a las demandas del resto del mundo y no a tus prioridades. No está de más decirte que la noche anterior dejes tu celular aislado por lo menos una hora antes de irte a dormir. Una buena mañana inicia la noche anterior.
  3. Busca una mentora o mentor de negocios. No sabes todo lo que tienes que saber y es probable que no tengas la más remota idea de lo que no sabes. Busca a una persona que haya recorrido el trayecto que quieres o que sepa algo específico de tu negocio, área, mindset empresarial para que te guíe. Yo busqué un mentor de negocios con el que estoy trabajando mi plan financiero y ha hecho una gran diferencia en lo que estoy haciendo, las actividades en las que me estoy concentrando y las metas de negocio que me estoy planteando. Me deja tareas, las cuales hago -no con la diligencia que quisiera- pero las estoy haciendo y me permite observarme a mi misma en el proceso y me da claridad sobre las cosas que tengo que hacer y sobre las que tengo que dejar de hacer.
  4. Delega y busca apoyo. "Pero Claudia, si apenas estoy cubriendo los gastos fijos y el negocio está despegando". Pues si y mientras más tiempo tardes en delegar y buscar ayuda, más tiempo tardarás en salir del "status sobrevivencia" en el que nos metemos como solopreneurs. Hacer tú todo baja costos, sin duda, pero llega un momento en el que tú misma eres cuello de botella y te conviertas en administradora de cosas inútiles. Te darás cuenta de que lo que hiciste fue "crearte una chamba" en lugar de hacerte empresaria. Tu función como CEO de tu empresa, emprendimiento y de tú vida es tomar decisiones estratégicas y pensar en ello, no ser malabarista. Puedes empezar por contratar personas para cosas específicas y buscar una asistente virtual. Tienes que tener claras las actividades en las que tu participación no es necesaria para que sepas qué pedir.
  5. Haz networking. No me voy a cansar de decirlo. El networking es una manera de darle visibilidad a lo que hacemos y conectar. Es una herramienta de empoderamiento para las mujeres. Nosotras tendemos a trabajar muchísimo, hacer cosas fabulosas y no decirle a nadie que las hicimos. El mundo hoy necesita que salgas de tu cascarón y le cuentes lo que haces. ¿Para qué? Para darlo a conocer, servir a quienes se van a beneficiar con lo que haces y con tu propuesta de valor, vender, generar ingresos, innovar y seguir sirviendo. Trabajando sin parar y sin decirle a nadie lo que estás haciendo y cómo les puedes ayudar no te será de gran utilidad. Es más, lograrás seguir trabajando sin parar y cerrar pronto tu negocio porque nadie conocerá lo que estás haciendo.

Estas cinco cosas pueden ayudarte en esta etapa. No inventes el hilo negro, aprende de quienes van un paso adelante de ti y focaliza tu energía para lograr tus objetivos personales y de negocio. Ser solopreneur es fabuloso, es un reto de crecimiento en todos los sentidos y te impulsa a creer en ti, si o si. No tienes que hacerlo sola y puedes crecer muchísimo.

Cuéntame cuáles están siendo tus retos en este momento. Con gusto rebotamos ideas. Si quieres inspiración semanal, puedes participar en mi Canal de Telegram "CEO Mindset".

Saludos,

Claudia

https://t.me/ClaudiaCalvin

Publicado originalmente enLinkedIn el 15 de marzo.

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