Son guardianes de nuestra memoria democrática; acreditan la decisión tomada y corroboran los resultados

El 6 de junio, la ciudadanía mexicana expresamos nuestra decisión sobre quiénes queremos que desempeñen diversos cargos públicos, en los próximos años, a nivel nacional y estatal, plasmando nuestro voto en las boletas electorales.

Durante estos procesos, muchas personas participaron en su desarrollo, no sólo ejerciendo su derecho a elegir sino como observadoras, funcionarias de casillas, representantes de partidos políticos y candidaturas independientes, y como consejeras locales y distritales.

Por supuesto, intervinieron las autoridades competentes, como el Instituto Nacional Electoral (INE) y los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs). Los resultados preliminares se reportaron a través del mecanismo de información oficial PREP, y se difundieron con apoyo de los diversos medios de comunicación.

No sería posible conocer la historia de cada elección de nuestro país, sino fuera por los archivos electorales, cuya relevancia es de destacar, a propósito del Día Internacional de los Archivos que se conmemora cada 9 de junio.

Ellos son los testigos fidedignos de la democracia, porque acreditan la decisión tomada y corroboran los resultados, lo que asegura el respeto a nuestro derecho a votar y a la voluntad colectiva manifestada.

Todos los documentos que los integran, como las boletas, las actas de la jornada y las de escrutinio y cómputo, los registros de incidentes; así como, las resoluciones de las autoridades brindan certeza, transparencia y rendición de cuentas de lo sucedido, elementos necesarios para construir confianza.

Una vez que terminan las etapas de los procesos con las declaraciones de validez, el Consejo General del INE o el órgano superior del OPLE que corresponda, aprueban la destrucción de la documentación electoral, entre ellas, los votos válidos y nulos, las boletas sobrantes e inutilizadas, y la que carezca de valores primarios y archivísticos.

No obstante, se conserva aquella información que sea objeto de estudios de dichas autoridades sobre estos temas; o bien, que sea parte de investigaciones de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales o sus homólogas estatales, hasta su conclusión.

Para poder hacer las crónicas respectivas en esta materia, el archivo histórico del INE resguarda el acervo documental y videográfico de las elecciones.

Así, por ejemplo, preserva las actas de escrutinio, los cómputos de algunos procesos y los gastos de campañas y recursos financieros.

Los archivos electorales son guardianes de nuestra memoria democrática, pues como establece la Declaración Universal sobre Archivos, su libre acceso enriquece nuestro conocimiento de la sociedad, promueve la democracia y protege los derechos de la ciudadanía.

Fuente:

"Los archivos electorales, testigos de la democracia", Columna Invitada, El Heraldo de México, 08 de junio de 2021, disponible en: https://heraldodemexico.com.mx/opinion/2021/6/8/los-archivos-electo...