Definitivamente hay luz. Bien dicen que después de la tormenta llega la calma, o que cuando uno está en lo más oscuro es porque ya casi es el fin del túnel. Realmente me encantaría pensar que la crisis por la que está atravesando México ha tocado fondo y el fin está por comenzar.

Y es que no hay muchas, pero hay razones suficientes para pensarlo. La semana pasada fui convocada por Laura Elena Herrejón a asistir a un ejercicio llamado Parlamento Ciudadano. Esta reunión consiste en juntar alrededor de 40 líderes ciudadanos, pero de esos que si hacen cosas. Me encontré con muchas personas que están muy informados de lo que hacen, que llevan años trabajando en su tema, y que más allá de gritar frases sin sentido, se sientan a informarse, a trabajar y a analizar pro

puestas sensatas ante la coyuntura política, económica y social de nuestro México actual.

Líderes de organizaciones de la sociedad civil, académicos, indígenas y empresarios tuvimos cita por toda una mañana. Es la segunda vez en el año que nos reunimos. En la primera ocasión discutimos sobre pobreza y en esta ocasión el tema fue seguridad ciudadana. Por 5 horas nos sentamos en diferentes mesas para analizar, desde nuestra trinchera, lo que pensamos que es mejor para nuestro país. Y creo que aquí recae la importancia de este ejercicio, pues es muy interesante y constructivo escuchar a personas que desde otra perspectiva, de una forma informada y activa, piensa que se pueden solucionar problemas públicos. Es aquí donde uno ve más allá de su nariz y encuentra soluciones diferentes ante los mismos problemas.

Una de las conclusiones a las que llegamos fue el establecimiento de mesas ciudadanas de seguridad en los estados, solicitud que una institución política (PRI) retomó para respaldar las 10 medidas anunciadas por el Presidente en su mensaje “Por un México con Seguridad, Justicia y Paz” del pasado 27 de noviembre.

Después de leer esto podrán pensar que este post tiene sesgo ideológico. Pero todo lo contrario. El Parlamento Ciudadano es un ejercicio que sirve para capturar la opinión informada de la sociedad civil, y para hacer propuestas sabiendo de primera fuente la realidad. Ningún otra institución política ha realizado un evento similar, o por lo menos no me he enterado. No caigamos en el ridícula posición de que está mal porque hace, pero también por lo que no hace. Este encuentro debería ser considerado como una buena práctica, como el principio del fin, como una pequeña luz que manifiesta que estamos llegando al final del túnel… y ahora hay que dar seguimiento a que se cumpla.