Desde que en los años treinta, Eleanor Roosevelt impartía conferencias de prensa dirigidas a mujeres periodistas para persuadir a los periódicos a contratarlas hasta nuestros días, reporteras, corresponsales, editoras y directoras de medios de comunicación, han luchado para vencer barreras de género en su profesión para hacerse escuchar.

De acuerdo con cifras del Proyecto Global de Monitoreo de Medios 2015, las mujeres periodistas reportaban el 37% de las noticias difundidas en periódicos y programas informativos en la televisión y la radio, observándose una mayor presencia de reporteras en este último medio (41%) que en la prensa (35%).

La participación de las mujeres en el periodismo contribuye a construir una sociedad inclusiva, porque influye en la manera en cómo se abordan y transmiten los contenidos de información, evitando sesgos discriminatorios.

Según el estudio mencionado, las profesionales de la comunicación desafían, en sus reportajes, estereotipos de género (6%) dos veces más que sus colegas hombres (3%).

En la actualidad, las y los periodistas siguen enfrentando riesgos para ejercer su profesión. Cada vez son mayores los niveles de violencia que encaran, y para las mujeres, los ataques se agravan por género.

Los resultados de la encuesta global sobre violencia en línea contra las mujeres periodistas, del Centro Internacional de Periodistas en 2020, mostraron que el 73% de las profesionales participantes había experimentado violencia en la red en el curso de su trabajo, incluyendo amenazas de violencia física y sexual, y el 20% afirmó que a esas agresiones siguieron otros ataques presenciales. 

De acuerdo con cifras de un estudio de 2018 de la Fundación Internacional para las Mujeres en los Medios, alrededor del 30% de las periodistas ha considerado dejar esta actividad, y casi el 40% evitado ciertos reportajes tras ser objeto de represalias en línea.

El acceso a la información, junto con la libertad de expresión, son requisitos indispensables para la libertad de información. La protección efectiva de esta triada de derechos es parte de los cimientos que sostienen a los sistemas democráticos.

Por eso, la censura y la violencia contra las y los periodistas, con énfasis en las mujeres; así como, la limitación o intento de anulación de los mecanismos que garantizan la obtención de insumos informativos para difundir hechos de interés de la ciudadanía, atenta no solo contra quienes desempeñan esta labor, sino contra toda la sociedad, debilitándola tanto a ella como a las instituciones del Estado.  

Con motivo del Día Internacional de la y el periodista en México, que recordamos el pasado 4 de enero, para hacer frente a los desafíos que hoy tenemos, como afirmara la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, estamos llamados a defender la información como un bien público, pues “proteger el periodismo es proteger la verdad”, potenciando más que nunca la fuerza de sus voces.

Fuente:

“La fuerza de las voces de las periodistas", La Silla Rota, 15 de enero de 2021, en:

https://lasillarota.com/opinion/columnas/la-fuerza-de-las-voces-de-...