Uno es capaz de aceptar que está estancado y que hay ideas que ya no sirven y hay que desprenderse de ellas… Uno es consciente de que el ego le juega una mala pasada, cuando se empeña en una idea que no le aporta nada de valor…. Uno se siente atrapado cuando para los demás es muy simple ver lo que le ocurre, aunque no entienden que cada uno necesita sus tiempos para poder digerir lo que está descubriendo de si mismo… Algo en mi está cambiando, algo en mi está muriendo, algo en mi está naciendo, algo en mi deja de ser importante y la importancia pasa a un nuevo concepto… No es fácil cambiar y duele, esa es la señal de que realmente estamos cambiando, de que después de este instante dejaremos de ser los de hace un rato, para ser lo que somos ahora, aún así duele y dan ganas de salir huyendo, de esconderse de nuevo y mantenerse en lo mismo de siempre en lo que ya conozco y aunque no me hace feliz al menos no me hace daño, no me duele tan claramente, ni me hace llorar, ni me desespera, sólo me hace vegetar y mantenerme siempre en la línea de no vivir, no disfrutar de verdad, no amar para no tener que dejar que me amen y puedan herirme… Hoy decido crecer, hoy decido avanzar, pese a que me sienta un asco, con ganas de llorar y con miedo a lo nuevo que se abre ante mis ojos. Hoy es hoy y mañana ya veremos, hoy sigo adelante, me gustaría tener una mano que cogiera la mía y me susurrara al oído “Tranquila estoy aquí”… Sólo que hay momentos que somos como un animal herido, nos tienden la mano y estamos tan asustados que le damos un bocado… Ten en cuenta siempre que a veces uno los muerde porque tiene miedo y no sabe qué hacer, no porque desee hacerles daño… Y a los que mordemos, porque es más fácil así volcar la rabia en otro que en uno mismo, recuerden que a quien estas mordiendo no es a esa mano es a tu propio corazón…
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