No siempre se nota desde fuera.

A veces el cambio no es una gran decisión, sino una pequeña elección sostenida. Quedarme. Soltar.
Pedir ayuda.
Volver a mí.

Estoy avanzando, aunque no todo el mundo lo entienda. Aunque me tome días en silencio. Aunque aún no se vea el resultado.
Porque crecer no siempre se ve. Pero se siente.

Hoy celebro eso que muchas mujeres hacemos a diario sin aplausos: Sanar heridas antiguas. Tener conversaciones difíciles.
Poner límites nuevos.
Ser más fieles a nosotras mismas.

Este no es un camino de metas por cumplir. Es un viaje de propósito por habitar.

Y si tú también estás ahí, caminando con dudas, con pasos suaves, pero con el corazón claro…

Solo quiero recordarte: Estás avanzando.

Y eso también merece ser celebrado.

— Betty