A que te saben los silencios llenos de ruido, de vacíos y de mi.

Somos efímeros como un sueño e infinitos a la vez, nos miramos poco las heridas y sin embargo de cuando en cuando siento tus dedos recorriendo cada una de ellas.

Porque estamos y no estamos, somos y no somos, porque esto es solo de nosotros cuando secretamente nos amamos más entre sueños que entre las sábanas.

Y se que estás en el mismo mundo que el mío y nos separa la vida cotidiana y sus vicios y grandes avenidas y semáforos en amarillo que nos recuerdan que a veces tenemos que ser prevenidos.

Se nos va la vida soltando los amores guardados durante los días,  liberando cada palabra, soñando cada beso y luego nos vemos y fingimos que no han pasado los días.

Me sonríes con esa media sonrisa tuya y me besas la boca y solo así acallas todos mis reclamos y nos pasamos muchos minutos acariciándonos las entrañas y los amores reservados para ese momento en el que el.mundo deja de ser mundo y se vuelve nuestra casa.

No, no tenemos nombre ni apellidos, ni siquiera sabemos cómo contarle a la gente el porqué de nuestras sonrisas y ensoñaciones,  porque no sabemos cuando nos nace y nos muere el amor, porque nunca sabremos qué cosa es esa que nos recorre cada que nos miramos las almas.

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