Me cansé de querer ser y no ser, de extrañar sin ser extrañada, de querer sin ser querida, de escuchar sin ser escuchada.
Me harté de cubrir mis carencias con brazos ajenos a los míos, de pretender ser una que jamás seré, ya no por falta de capacidad, sino por mis pocas de ganas de ser anatómica y emocionalmente perfecta para entonces poder amoldarme a un hombre y solo así ser merecedora de una historia de cuento de hadas.
No pienso ser la señora perfectamente arreglada, totalmente moral, ni completamente correcta, soy quien soy y si no quepo en unos brazos o en otros, entonces me abrazo a mi misma y dejo por fin de buscarme en las miradas de los otros.
Me cansé de ser la chamarra que cubre los fríos y el café que recorre por dentro, me cansé de querer ser y jamás llenar los estándares de la mujer perfecta y amoldable a las necesidades, la que cubre los miedos y las ganas, la que piensa sin ser pensada.
Fueron muchos adioses al paso de los años que cada vez me es mas fácil subirme al tren de los olvidos y continuar andando, cada vez me es más cómodo desechar lo que me hace daño, lo que no me sirve, lo que no necesito.
Y si quizás duelan las ausencias y la falta de manos y piernas hablando lo que jamás se pudo pronunciar, harán falta las miradas, los sudores y las palabras, pero siempre hay historias que duelen menos si se viven desde lejos.
Y los adioses solo pesan cuando se tiene la idea de eternidad y permanencia, cuando se espera algo de alguien, cuando las personas se comparten y no solo se reparten las culpas y los reclamos, por lo que este adiós es mas ligero debido a los muchos ensayos, a las muchas heridas y a las muchas despedidas previas.
Y hay besos que jamás debieron ser dados, abrazos que tuvieron que haberse guardado y palabras que jamás debieron pronunciarse, para no desperdiciarlos, para no escribir ensayos de adioses y reclamos eternos sin probabilidades de finales felices
Twitter: @miss__ovarios
http://mariangel-elovario.blogspot.mx/
Comentario
Mariangel, tus dos últimos párrafos los encontré super. Saludos.
Mariangel. Te lees toda adolorida, toda nueva. Te mando un abrazo de osa maternal. Pasa, linda; en serio el dolor pasa y queda algo aprendido.... que no ayuda mucho cuando la vida nos vuelve a doler, pero por lo menos nos tropezamos distinto. Te mando un besote, mujer hermosa.
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