Esta necesidad de quererte
en esta espera, por tenerte, me valió la pena.
Tantos años a la espera de tu regreso y, ahora
que nos hemos encontrado, todo es diferente.
Cada recuerdo tuyo, era un eco de esperanza,
al que me aferré para no olvidarte.
Cada palabra escrita, se grabó en mi mente,
sabiendo que el destino nos uniría.
Te vi volver, en mi sueño, de cada noche
Y contemplé la esperanza de un regreso.
Fui paciente del ocaso y los inviernos,
Trasmuté la ironía del paso del tiempo.
Recordé tu rostro y me obligué a no olvidarte, sabiendo que
esta necesidad de quererte, en esta espera por tenerte, me valió la pena.
María Victoria Campos Pérez
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