Pocas frases resultan tan lapidarias como "Tiene más de 50, ya no puede encontrar trabajo" o "Los hombres se ven guapos con canas y las mujeres viejas".
Esto habla de una sociedad y una cultura profundamente gerontofóbicas e inmediatistas. De sociedades que no han evolucionado y se aferran a estereotipos inexistentes, de sociedades incapaces de evolucionar y comprender las grandes transformaciones que estamos viviendo.
La narrativa a la que nos hemos acostumbrado es aquella que visualiza la edad casi como una enfermedad que hay que combatir y de ello se han beneficiado grandes industrias: desde la industria de belleza que promueve permanentemente modelos jóvenes de menos de 20 años casi irreales retocadas por photoshop hasta la industria farmacéutica que vende curas antienvejecimiento todos los días.
Con este enfoque y creencias limitantes la sociedad en su conjunto está perdiendo de vista información valiosísima y las personas, las empresas y los gobiernos están dejando pasar una oportunidad de oro para la construcción de un futuro diferente.
La llegada del "tsunami gris" como le llama David Rotman y el temor al envejecimiento y disfuncionalidad de la sociedad a causa de ello no está sustentada en hechos reales. Más de un cuarto de la población de Europa y Estados Unidos tendrá más de 65 años para 2050. El promedio de edad de las personas en el mundo ha aumentado y las mujeres son más longevas. Las implicaciones para el estilo de vida y la realidad como la vivimos está cambiando. Es probable que las personas pasemos más tiempo en nuestras vidas siendo viejas o de edad avanzada que jóvenes.
¿Está fundamentado el temor de que una sociedad envejecida será disfuncional? No hay muchas pruebas de ello. Expertos como Daron Acemoglu del MIT señalan que no hay pruebas que lo sustenten. De hecho, hay países como Japón y Alemania con sociedades en edad avanzada que se mantienen en "buena forma" económica.
A esto, hay que añadir un factor central que es el siguiente: las mujeres vivirán más que los hombres lo cual indica que la sociedad del futuro será una sociedad de mujeres entradas en años.
El factor "Silicon Valley" nos ha empujado a pensar las últimas décadas que son las generaciones jóvenes las únicas que pueden transformar el mundo, pero la realidad es que los últimos años también han sido testigos de un creciente espíritu emprendedor entre las personas mayores de 50 años. Un estudio reciente de la Universidad de Northwestern, el MIT y el US ... encontró que una persona que crea una startup a los 50 años tiene el doble de posibilidades de ser tan exitosa como una persona de 30.
Esto plantea grandes retos en todos los sentidos.
En primer lugar, debemos cuestionarnos nuestra posición respecto a la edad, no sólo en términos culturales sino en materia de políticas públicas y desarrollo e inclusión empresarial. Antes una persona a los 55 años era "vieja" y estaba en edad de retiro. Hoy, a los 55, una mujer y un hombre tienen inmenso potencial, experiencia y varias décadas de vida por delante y las mujeres más. Tiene una experiencia increíble y mucho que aportar en la toma de decisiones. Las empresas, sin embargo, les están liquidando y contratando talento joven, entre otras cosas, porque es más barato aunque más inexperto.
Como sociedad tenemos un estereotipo de la edad que responde más a clichés y el trabajo de las empresas de marketing que a la realidad. Ni todas las personas en edad avanzada piensan igual ni todas están intersadas en lo mismo. Sus necesidades, intereses y expectativas son tan diversas como diversas son sus historias. Las empresas, sin embargo, no están creando productos ni servicios para las necesidades, intereses y nuevas expectativas de este grupo en la sociedad. Quienes han sido visionarios han creado casas y centros de retiro, pero la realidad es que ni todas las personas de esta edad pueden pagar por esos espacios ni todas tienen ganas de irse a una casa de retiro, sobre todo porque muchas de ellas tienen buena salud y están en pleno uso de sus facultades.
La economía puede seguir creciendo con las empresas e iniciativas de las personas de más de cincuenta años. La edad promedio de las startups en EU es de 43 años. Las tendencias indican que esto se modificará y la edad aumentará. ¿Las y los inversionistas están tomando esto en cuenta? En este espacio es importante considerar el efecto que la exclusión de las mujeres en el ámbito empresarial y de inversiones puede tener para el futuro de la sociedad. Serán la mayor parte de la población y vivirán más años. ¿Qué pasa si no están capacitadas, preparadas y con este panorama frente a ellas? La desigualdad y las brechas de género seguirán teniendo un costo alto en el futuro si esto no cambia.
Es hora de abrir los ojos a esta realidad, a este cambio en la sociedad y a las implicaciones que tiene para el futuro. El mundo no será como lo hemos conocido, por muchas razones, y una de ellas es la existencia y crecimiento del talento senior, las necesidades de la población de plata (silver population) y el liderazgo que se requiere tanto entre ese grupo como para liderar un mundo en el que las personas de esta edad tendrán un papel importante y una presencia ineludible.
Reza el dicho popular que el mejor momento para plantar un árbol fue hace 20 años y el segundo mejor momento es hoy. Con esta realidad sucede los mismo, debimos empezar a pensar sobre la edad de manera diferente hace veinte años pero el segundo mejor momento es hoy.
El tsunami plateado ya llegó y tenemos que tomar decisiones al respecto.
Claudia Calvin
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