En el 2013 el Presidente de México, Enrique Peña Nieto firmó una iniciativa de Reforma para que del total de candidaturas a diputados o senadores que presenten los partidos políticos o coaliciones ante el IFE (ahora INE), éstas se integren con “con un 50% de candidatos propietarios y suplentes de un mismo género y el 50% restante con candidatos del género opuesto”.
Cinco años después de esos largos debates en defensa de la cuota, el 2018 nos va a recibir con uno de los procesos electorales más complicados que exigirá a lxs candidatos no solo prometer espejos, tendremos, además, el primer proceso en redes y con un sociedad empoderada digitalmente –es mayor el acceso de los internautas mexicanos a diferencia de hace 6 años, en otro post les hablo de mis predicciones de la política digital-, pero tenemos un tema que nos sigue debiendo: las mujeres.
Distritos no perdedores
Soy mujer y soy joven, pero no es pretexto para exigir un trato especial o consideraciones por mi género, en eso recae la exigencia de muchas y el enojo de otros.
Es como si nos dijeran “¿felices?, alcanzaron lo que querían, ser consideradas en puestos sin experiencia, apellido o marido”, pues no, yo no estoy feliz y mucho menos satisfecha, por qué nos faltan varias cosas, una de ellas: empoderarnos.
¿Qué se sigue debiendo?
En un principio lo dije y lo vuelvo a decir, cuando llegó la cuota no podíamos decir que los partidos no contaban con mujeres porque desde antes se tenía un presupuesto especifico y único para capacitación de cuadros femeninos.
Pregunten a su partido ¿dónde está ese recurso?
Pero nos encontramos que los cursos que dan a las mujeres son donde las ponen repetir varias veces: soy líder.
En las que hacen cartulinas motivacionales y se les platica de estrategias ganadoras con personas que no han participado en una campaña.
Vamos exigir que esas mujeres se preparen y conozcan que así se debe de hacer en un puesto, la cuota de género no es llenar de mujeres por llenar, es contar con las mujeres que van a llevar esos temas a los congresos, cámaras y cabildos.
Y no, tampoco es ponerle la “a” a todo y pintar de rosa su cargo, es conocer las leyes y reglamentos, en donde se encuentran los diferentes artículos que garantizan y protegen nuestros derechos, qué se ha legislado en la materia, qué se ha hecho en mi estado, cómo está el movimiento feminista, qué exigen las asociaciones, cómo se arma un presupuesto con perspectiva, cuál es el estado de los centros de violencia, lactarios, cárceles, las luminarias y un largo etcétera.
Empoderar con espejitos
Estoy cansada que a las mujeres les vendan la idea de un Empoderamiento en caja de pastel, de esos que lo mezclas con leche, metes al horno y tienes un pastel.
El Empoderamiento con E mayúscula es un proceso largo, que tiene muchas caídas, altas, lágrimas y alegrías.
Las mujeres en la política deben de afrontar este reto, porque al representar a las mujeres está representando a eso: las mujeres y debe de tener esa apertura a todos los grupos, pensamientos, creencias y acciones.
Al Empoderarse las mujeres en la política también aprenderán a ser sororas, es decir Sororidarias y no, no significa que serán el ama de la fiesta o se la van a llevar muy bien con todo mundo, significa que no se van a poner el pie y que respetaran el trabajo de otras, y ante una caída estarán ahí para darse la mano.
El feminismo es eso, un trabajo en equipo.
Necesitamos que al Empoderarse las mujeres entiendan y sientan que son feministas, pero no que lo digan porque es moda o que o nieguen para que no las juzguen.
El secuestro
Las mujeres cuando participan en la política transforman la política, pero a 5 años de una cuota y decenas de lucha, las cuotas están secuestradas.
Si no garantizamos procesos democráticos internos, ¿cómo van a participar las mujeres?, entendamos algo desde el principio, la cuota establece un piso parejo para ambos, nunca se dijo: vamos a darles el 50 y todas las comodidades de los distritos/municipios/estados ganadores.
Mientras sigan creyendo que necesitamos ser ciudadanas con plus entonces no entendemos años de lucha.
Mientras las decisiones internas se tomen por unos cuantos hombres y no se incluya a los organismos o grupos de mujeres en esas decisiones, seguiremos mandando a las mujeres a buscar el voto pero no a ganarlo para ella.
Mientras creamos que un curso de gritar: liderazgo, amarrar pañuelos y regalar flores el día de la mujer, entonces no entendemos el movimiento feminista que nos dio la ciudadanía.
Comentario
wow gracias por la información. Lo consulto
Y tienes razón, no acaba ni acabará nunca.
Hola Angie: En 2015 tuvimos el gran happening sobre paridad de género con participación activa también de Mujeres Construyendo y quizá te interese entrar a los "Antecedentes" o al programa entero que dejamos en red para su consulta siempre. Es el repaso sintético de 200 años de lucha política de mujeres mexicanas, que no acabó en 53, ni acaba nunca. Saludos, buen texto. Ana Cecilia
www.caravanaparidad.mx
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