“Ahora que hemos comenzado a hablar del acoso, no nos callemos nunca más”.
—Lupita Nyong'o
En Estados Unidos, en las cadenas de cine y televisión, en el mundo del espectáculo, poco a poco más mujeres alzan la voz y hablan de casos de acoso, recientes, viejos, pero todos casos de acoso.
Pero México no es ajeno esta situación
Nos hemos movilizado en diferentes ocasiones para decir ya basta, en el 2016 el 23 de abril previo a la primer marcha de Vivas nos queremos, contamos desde la red de los 140 caracteres las historias de #MiPrimerAcoso, con el que se visibilizó un realidad oculta bajo los colchones de las casas mexicanas, los casos de acoso en su mayoría fueron en edad de infantes y por miembros cercanos de su familia.
A muchas las llamaron locas, mentirosas, como podían decir semejantes mentiras de su tío, abuelo, padrino, primo, hermano.
Pero, no se hace nada, ¿necesitamos que denuncien a un actor para que los ojos se vuelvan a todos estos casos?
El Acoso, presente en todos lados
Desde hace un par de años participó en mesas, foros y etc, espacios de discusión y debate, grandes personalidades del mundo de la academia, sociedad civil, los gobiernos, empresas, pero no somos ajenos al acoso.
En una ocasión, buscando el consejo de mujeres con mayor experiencia una de ellas me dijo que era nuestra culpa por ir a beber, ¿nuestra culpa?, beber, bailar y disfrutar una noche después de mucho trabajo, eso no es un delito, delito es que no entiendan que no, ¡es no!.
En uno de estos eventos regionales, tarde nos enteramos de casos de acoso a compañeras jóvenes. ¿Qué estaba sucediendo?, que no nos contaban cuando sucedió por miedo, desconocimiento y más miedo, los casos: chicas que participaban por vez primera y que tenían miedo que por influencia del victimario, se les excluyera de este tipo de foros.
Identificamos varios casos, todos con un mismo modus operandi, yo fui también víctima, y luego de platicar con varias personas, recibimos apoyo.
Pero este no es el primer ni el último caso, ser muy inteligente o reconocido no te hace mejor persona y mucho menos te libera de un castigo por acoso.
Muchas de estas reuniones no tiene claro un reglamento o un código que nos diga qué podemos hacer o a quién podemos acércanos, en otros, el juez es parte del mismo circulo.
¿Qué está sucediendo?, ?, no les creemos porque ellas son las nuevas, las niñas, las que van llegando a los eventos y quieren aprovecharse para tener fama.
Pero muchos saben, todos callan y así mil ejemplos.
Yo te creo hermana
El acoso es terrible, decir que lo denunciemos es más fácil decirlo que gritarlo, porque seguimos viviendo en un sociedad que nos va a preguntar primero “¿qué hiciste para provocarlo?”, que nos va a mirar y decir “si te taparas tantito”, que no nos va a creer por qué ellos tiene puestos, poder y acceso.
En oficinas, hogares, empresas, asociaciones y en la política existen hombres como Weinstein, no podemos esperar a que México tenga su Harvey para hacer algo.
Yo te creo hermana, porque la sororidad debe ser nuestra bandera contra el acoso.
Hoy las invito a no tener miedo.
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