Hoy ya instaladita después de pasar estas fechas con mi familia, regresé justo esta primer semana de enero para arrancar con lo que viene.  Estuve pensando qué podía escribir de blog para la siguiente semana y me pareció que contar lo que aprendí como persona y a través de mis clientes, podría servir a otros para este año que empieza. 

1. La mente es muy poderosa:  Antes que nada aún cuando siempre tengo presente la actitud positiva, todos caemos de repente en la tentación de permitir pensamientos negativos que invaden nuestras acciones. El principio del año pasado empezó un poco lento, y cuando el estrés de lo que puede o no suceder, de las preguntas que te permites hacerte cómo: “¿Y si no pasa lo que quiero? o simplemente no se da lo que esperabas, empiezan a usurpar la energía que puedes usar para que todo salga mejor. Mi aprendizaje es hacer un ejercicio diario de meditación, dónde te repitas a ti mismo, que aunque difícil se puede alcanzar lo que buscas, que aunque lento, el resultado será positivo, y sobre todo creer en ti y de lo que eres capaz.  Hay un libro que suelo recomendar a mis clientes que cuando en ocasiones permiten que estos pequeños baches de incertidumbre entren en sus pensamientos lean este libro que se llama “Attitude is Everything” de Jeffrey Keller, es un libro de cabecera que te reorganiza y logra que encamines tus pensamientos hacia lo que quieres y no a lo que no puedes.
2. Romper con tus paradigmas:  Uno que otros de los clientes que participaron conmigo el año pasado, estaba enfrascado en las mismas acciones que habían venido realizando en el tiempo y no podían ver claramente que romper con estos paradigmas, les iba a permitir salir de la rutina y de lo que creían que debía ser. Mi suegro me dijo en estas vacaciones, lo difícil que es darte cuenta, cuando estás enfrascado en tu rutina, que puedes mejorar o que puedes cambiar, valoró el que todas estas personas que lograron cambios a través de un pequeño empujón hayan obtenido excelentes resultados tan solo con aplicar nuevas técnicas de comunicación, de empezar a tener  rutinas diferentes en sus actividades para así lograr lo que se proponían.  Uno de mis clientes fue ascendido de puesto, otro fue tomado en cuenta para juntas más importantes y cuando llegó el momento de recortar personas, su área se quedó intacta, demostrando que su liderazgo podía influir en todo su equipo. Esto requiere que rompas paradigmas sobre lo que venías haciendo y cómo lo puedes hacer diferente.
3. Tu esencia no cambia:  Muchas personas me ponen en sus cuestionarios iniciales que del resultado final lo que no les gustaría es dejar de ser ellos mismos.  La esencia de la persona no cambia, lo que cambia son pequeños hábitos, diferentes formas de comunicar, las acciones que emprendes para presentar nuevos proyectos y la claridad con la que quieres alcanzar tus metas.  Al que le va mejor, es el que está dispuesto a intentarlo, el que decide que no es perfecto y que puede evolucionar, al que escucha a otros y al que se apoya en más gente y no es individualista. 
4. Voluntad de hacer o dejar de hacer.  El año pasado estuve un programa muy intensivo de ejercicio con ciertos cambios de alimentación, el resultado final, no fue el que realmente estaba buscando, todavía tenía que hacer más cambios en mis hábitos para lograr lo que yo estoy esperando, eso implica variaciones en mi rutina de alimentación y diferentes ejercicios que no estaba haciendo.  Hasta que no tuve la voluntad de decidir que tenía que hacer algo diferente, no logré tomar acción para empezar un nuevo reto.  Lo más importante que me di cuenta es que no estaba a disgusto con lo que estaba haciendo, era algo que disfrutaba y me daba bienestar, pero si quería ver otro tipo de resultados, había que salir de ese confort y hacer algo diferente.  Para eso se requiere voluntad; si no quieres cambiar, si no quieres dejar de comunicar agresivamente, si no estas dispuesto a sacrificar ciertas libertades, etc. no se puede hacer magia.
5. No depende de otros depende de ti: Los cambios en tu desarrollo profesional no se dan tratando de cambiar a los que están a tu alrededor.  Tienes que empezar por ti y lograr influenciar a otros a través de tus propias acciones. Otros dos de mis clientes me han comentado como hay personas que ven sus transformaciones y que les han preguntado cómo pueden aprender a controlar su inteligencia emocional y proyectar mejor su liderazgo ya que sienten interés en lograr cambios también. Eso es liderazgo por influencia y antes de cambiar a otros, tienes que empezar por ti.
6. Siempre se puede: No importa el reto que se te presente, si quieres se puede, sacude la energía que pueda estar interviniendo en tus objetivos y siempre piensa que eres capaz, sobre todo cree en ti. Tu presencia ejecutiva importa más de lo que te imaginas para alcanzar el éxito de lo que emprendes.  Suerte este 2016, estoy segura que lo puedes lograr.

Foto ID 60923408 © Mrchan | Dreamstime.com

Ale Marroquín es fundadora y directora de Imagen y Protocolo de Negocios especialista en personal branding. Se dedica a reinventar y posicionar la marca personal de profesionales, ejecutivos de alto nivel, emprendedores que quieren acelerar su potencial a través de su presencia ejecutiva. Ella está certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen como CIP (Certified Image Professional).

Acelerando el potencial de las personas.