Después de horas, subir, bajar y correr, por fin encuentro un momento de paz mientras estoy en la sala de espera 33, esperando, solo eso,  que llegue el momento de abordar.

Mis miedos se quedaron atrás con la maleta, que (espero así sea) va camino al avión que en un rato más me recibiría, la llene (mi maleta) de sueños, esperanzas, nostalgia, muchísima emoción y aventura, a eso le sume los pendientes, y solo así logre reunir 24 kilos, todos contenidos en un espacio colorado.

En momentos me pesan las ojeras, la mochila de mano, el pensar que tenía que estar pidiendo un uber a la 1:30am para alcanzar a llegar a las 2:30am a la Terminal 1, los nervios pre viajera no se hicieron esperar, me trajeron pesadillas, preocupaciones, miedo a quedarme dormida, a olvidar algo, finalmente todo eso vale la pena, vale, por qué esa emoción de viajar es inigualable, no importa a dónde vaya, siempre que voy a salir de mi estado, una mezcla de emociones se apodera de mi, así que: a disfrutarlo.

Viajar es vivir, amar, comer, probar, experimentar, conocer, aprender, enamorarse, disfrutar, enojarse, pero no solo el hecho del traslado, cada momento, cada plan de viaje debe de disfrutarse.

Este viaje empezó así:

Siempre se me olvida que el camión que va a México Norte de las 12:30 se retrasa, no es la primera vez que me pasa y estoy segura que no será la última, pero bueno, mientras espero en la fila a que el dichoso camión aparezca reviso mis redes sociales, contesto uno que otro mensaje y veo como avanzan las manecillas del reloj.

Atrás de mi un amigo acababa de llegar, el salía hasta la 1am, pero contar con una presencia conocida para platicar fue un alivio, pero esa platica se extendió hasta que sentí que debía preguntar y sorpresa, el camión estaba por irse, exacto, mí camión, ¿por qué no avisaron que ya había llegado?.

Logre dormir un poco, probablemente no lo suficiente, pero un asiento inclinable jamás tendrá punto de comparación con mi cama.

Eso sí, fue una fría noche.

Nunca me había tocado legar una mañana a la central y encontrarme con tremendo show, era como si fuera un domingo a las 20hrs, dónde todos querían regresar a sus hogares para llegar a trabajar el lunes, pero bueno.

Pedir un UBER, fue sencillo, y no tardo mucho en llegar por lo que me encontré en mi hotel apenas 30min después de haber llegado, lista para caer en los brazos de la cama, solo pude dormir como 10 min, que hubieran sido más, pero mi madre me llamó.

Salí del hotel en busca de un Cielito Querido Café, el recorrido desde el hotel prácticamente es todo derecho y llego/paso por varios lugares, no existe forma en que me pierda. Llegue por mi café, unos deliciosos pretzels de chocolate blanco y seguí mi rumbo para encontrarme en Casa Churra con dos wiki amigas.

Encargue unos churros, especialidad de la casa (según leí), mientras me actualizaba en noticias y esperaba a mis amigas, sin duda sigo sin aprender a programar mis salidas, aquí las distancias son muy raras.

Definitivamente fue un gran desayuno, mucha platica, grandes recuerdos, proyectos, la nostalgia de una despedida, pero sin duda, me encanta saber que cuento con amistades sin importar la distancia y la latitud.

La sobremesa fue eterna, los churros se consumieron, y la selfie no se hizo esperar.

Aprovechando la vuelta, fui a la Aldea Digital en el Zócalo, específicamente a la conferencia de Mamá Digital (con la intención de entrevistarla para la revista), debo confesar que en la conferencia no me motivo, probablemente fue culpa del público que aunque el nombre de la conferencia decía que era para mujeres, los participantes eran en su mayoría hombres, la conferencista se centro en explicar los resultados del estudio AMIPCI 2016 y mezclarlo con motivación personal, tema que en lo personal no me agrada.

Pero, logre que me concediera la entrevista y fue amable al responder.

Aproveche y me quede al taller de redes sociales, ya sé, yo me la paso en las redes, pero es interesante escuchar a otros dar un taller, me gusta ver/aprender los diferentes estilos para capacitar a las y los interesados.

He estado tantas veces en la CdMx y nunca había visitado el Museo de la Mujer, conocí este museo por las biografías que he redactado de mujeres artistas para Wikipedia, muchas de las fuentes, trabajos y descripción de las artistas provienen de este museo son de ellas, por lo que tenía la obligación de conocer este recinto.

Pequeño, pero con obras maravillosas.

Tuve que correr a la galería de Banamex que actualmente expone sobre la indumentaria en México en los años 20 a los 50´s. Muy bella, sin duda la moda siempre será fascinante.

Última webinar previó al YouthLACIGF, debo decir que los chicos con geniales y que nos va a dar mucho gusto recibirlos en San José para este primer encuentro.

A buscar que comer y un paraguas, los chicos que ya llegaron a Costa Rica nos avisan que llueve mucho y que es mejor llevar un paraguas para eso de evitar mojarse.

El paraguas ya quedo, pero ahora ¿dónde voy a cenar?, termine cenando en un rincón que ya me habían recomendado pero que juzgue de feo, el lugar tiene cerveza artesanal, y platillos originales preparados en ese momento, yo probé la pasta con salsa de cerveza y pollo al amaranto, gajos de papa y una cerveza con cuerpo y oscura de Puebla, muy recomendado.

Mientras cenaba, me di cuenta de esa soledad que me acompañó, la disfrute en verdad, cada viaje es diferente, es sabroso, y este sin duda lo iba a ser.

Y sí, yo viajo sola, y sé que por eso debería de tener miedo por mi seguridad, pero eso no evita que sienta la atracción de querer recorrerlo todo.

Descansaré un rato, tengo que estar a las 2:30am  o antes en el aeropuerto.

Eso me pasa por pedir UBER compartido, no voy a llegar!!!!

Mi mente tararea la canción de: acelérele chofer, que lo viene persiguiendo la mamá de su mujer.

Finalmente llegue a Costa Rica sana y salva, el avión se retazo un poquito, pero nada alarmante.

El aeropuerto es lindo y pequeño, pero son tantos los que vienen de vacaciones que para pasar a migración es eterno. Buscar la maleta, cambiar divisas, fue un trámite rápido, sin problemas (el único problema fue la chica de migración, nunca se que cara poner y creo que ella tenía sueño).

Al salir, solo puedes tomar taxi naranja o naranja, son muy caros, entonces si tienen oportunidad de viajar con un compañero mucho mejor. Mi taxista fue amable, me hablo sobre Costa Rica, las cervezas, costumbres, alimentos y me paso su número para pedir su servicio de taxi cuando ocupe regresar al aeropuerto para emprender la ida.

Y eso sí, nos perdimos, el taxi me llevo a otro hostel.

Para cambiar divisas, es casi imposible en México, visite todas las tiendas cambiaras de la terminal 1, solo en una la encontré, me lo dieron muy bajo y no tenían muchos, lo que hice fue cambiar mis pesos a dólares y cambiarlos al llegar al aeropuerto.

Todo está muy cerca en San José, al menos la parte de museos, sodas (en México le decimos cocina económica), pero por lo que veo no tiene (al menos a los mexicanos nos encanta decir que lo tenemos) un centro colonial, sí edificios muy bonitos pero no en gran cantidad, un tico (persona de costa rica) nos decía que por una modificación a la ley de patrimonios culturales la gente prefirió tirar las casas.

Pero bueno, termino de escribir esta publicación desde la hamaca del hostal (luego les escribo sobre esta particular aventura del hostal) donde nos estamos quedando amigas y amigos de diferentes partes de América Latina, sí, amigos que desde el año pasado estamos emprendiendo el proyecto denominado Observatorio de la Juventud de América Latina y el Caribe y que mañana tendremos nuestro primer evento regional.

Deséenos suerte, tenemos muchas expectativas en este evento, el primero en su tipo, dónde vamos a romper estigmas de cómo participar, motivar y hacer participes a los jóvenes en los temas relacionados a la Gobernanza de Internet, las y los jóvenes no somos el futuro de internet, somos el presente y el 1er YouthLACIGF es la prueba.