Hace tiempo leí un libro que me dejó muy buen saber de boca, es de esos libros que me cautivó desde el título, y que expresan ideas tan sencillas, creativas y claras, que inspiran a uno a hacer mil cosas con ellas desde que hojeamos la introducción!
“La Araña y la Estrella de Mar”, es una reflexión de cómo los acontecimientos globales –por ejemplo la proliferación de las redes de comunicación a través de internet-, han obligado a las organizaciones a transformar sus estructuras y procesos. Las clásicas y convencionales estructuras jerárquicas están cediendo el lugar a nuevas formas de organizarse, de ahí que la descentralización y las dinámicas en redes estén creando tanta importancia en las formas en que los seres humanos nos relacionamos hoy en día para convivir, amar y trabajar.
Para comprender esta idea, Beckstrom y Brafman se ayudan de una metáfora muy gráfica. Nos inspiran a imaginar que las organizaciones centralizadas son esas empresas que dependen de una cabeza, de un solo líder para funcionar. Al igual que
“Una Araña” basta con afectar la cabeza de estas organizaciones para hacerlas vivir en crisis y/o desaparecerlas de la faz de la tierra. Mientras que las organizaciones descentralizadas son aquellas guiadas por un importante equipo de líderes que se parecen más a la estructura de una
“Una Estrella de Mar”. Al igual que las estrellas de mar, las organizaciones descentralizadas tienen la maravillosa capacidad de auto regenerarse, ya que en lugar de tener un mando central (como en el caso de la cabeza de la araña) cuenta con una red celular (como las puntas de la estrella de mar) que implica que en cada una de sus áreas existe una réplica creativa de los procesos vitales de la organización. Así que si en algún momento uno de sus líderes-equipo es afectado, la red compuesta por los líderes-equipos restantes le ayudará a reintegrarse nuevamente.
Fue tal el impacto de este libro en mi ser, que me di cuenta que esta genial metáfora se puede aplicar a la administración y logística de la carrera profesional durante toda nuestra vida! Es decir, cuando se trata de ir haciendo camino laboral, es posible ser especialistas en nuestra habilidad profesional (equivalente a una araña); e incluso a ser funcionales y prácticos en multihabilidades profesionales (equivalente a una estrella de mar).
Imaginemos que cada uno de nosotros somos en sí una organización, si nos vivimos como una organización centralizada es muy probable que nuestras decisiones laborales estén determinadas por una sola línea de conocimiento muy definida (como la cabeza de la araña) y aplicable a un mercado laboral también muy específico; por el contrario, si nos vivimos como una organización descentralizada es posible que nuestras elecciones profesionales se determinen por múltiples líneas de conocimiento y/o habilidades (como la estrella de mar) que se ejercen en un mercado de empleabilidad con más opciones.
En los talleres de búsqueda de empleo y servicios de outplacement que alguna vez tuve la oportunidad de impartir a profesionales, recuerdo que las personas “estrellas de mar” fueron las que tuvieron más oportunidades para concretar sus opciones de empleabilidad, mientras que las personas “araña” tuvieron más dificultad para reubicarse en la especialidad de su conocimiento y/o habilidad. Si bien es cierto que son múltiples factores los que intervienen en el éxito de estos casos, en las historias donde se han narrado afortunados desenlaces en las carreras profesionales de muchas personas es posible desentrañar una gran don: el que administraron con una profunda creatividad los cambios de rumbo, alineando certeramente los logros profesionales con los ciclos, las circunstancias y los proyectos de vida!
El desempleo, la fusión de las organizaciones, la automatización de los procesos, la aplicación de la tecnología, las promociones para ocupar puestos de mayor responsabilidad, las crisis financieras mundiales, el crecimiento de las organizaciones; el matrimonio, el divorcio, la paternidad o maternidad, la muerte de un ser querido y hasta el diagnóstico de una enfermedad o el regalo de una herencia, son circunstancias que posibilitan un giro interesante en cualquier carrera que un ser humano haya elegido realizar.
Y así es como nacen las formas híbridas de hacer carrera!, cuando la inteligencia creativa y emocional de las personas se funden en una poderosa visión: la de multiplicar opciones para hacer lo que mejor saben hacer, lo que disfrutan más, recibiendo una muy buena remuneración por ello en cualquiera de las circunstancias, e impactando a favor de una colectividad.
De como un arquitecto se formó psicoterapeuta gestalt y actualmente además de crear hermosos lugares físicos para vivir crea también espacios de bienestar emocional a través de la psicoterapia.
De cómo un administrador de empresas creó una agencia de empleo y servicios outplacement y escribe libros para apoyar la búsqueda de empleo a partir de una experiencia propia de desempleo.
De cómo una periodista y escritora creó un espacio para promover las conexiones humanas conscientes y generar procesos de trabajo comunitario.
De cómo un director de teatro creó un concepto innovador para integrar grupos de trabajo autodirigidos aplicados a la docencia.
De cómo un filósofo creó una organización civil que impulsa proyectos de desarrollo sustentable.
O de cómo una financiera adecuó la filosofía de la riqueza material a la promoción de la riqueza espiritual en la vida de las personas.
La esencia de todas ellas es ver frente a nosotros un mundo lleno de posibilidades, para aprender a hacer lo impensable, para desarrollar cosas raras e inusuales, para romper paradigmas, para cruzar la frontera del confort, para crear espacios originales de empleabilidad, para expandir nuestros talentos y habilidades, para soñar espacios que antes eran inimaginables, para crear, para crecer!!!
Y tu, ¿tienes una historia para compartir?...
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