"¡Pues serás el Director de donde quieras, pero yo soy tu madre y esta casa la respetas!" así le gritó su santa madrecita al flamante y recién estrenado Director de la Policía Municipal por allá de principios de la década de los 70 cuando se atrevió a llegar de parranda a seguirla en su domicilio con músicos, patrullas, asistentes y guaruras incluidos. Un jalón de pelo de por medio, una bofetada medio esquivada y hasta ahí le llegó la autoridad al mismísimo director quien se salvó de…
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