Septiembre es el mes de la patria en México, donde el folklore inunda las calles y gritamos el orgullo de ser mexicanos (as) al conmemorar a los héroes que nos dieron patria y libertad, ganadas con letras y armas.
El patriotismo es el sentimiento que puede tener cualquier ser humano hacia su patria, a la tierra donde nació, o donde ha establecido lazos emocionales y afectos hacia su cultura, su gente, su historia.
La noción de pertenencia nos otorga identidad y un vínculo que nos puede llevar a contribuir en el desarrollo de nuestra nación, y en el respeto y solidaridad con la ciudadanía que de ella se emana.
La historia de México y la formación del estado mexicano están fuertemente marcadas por conflictos políticos posteriores a la independencia de México, y la intensificación de luchas sociales que dieron pie a la Revolución mexicana.
El sistema presidencial mexicano, con sus características propias derivadas de la constitución política mexicana de 1917, de acuerdo con Francisco Burboa Perea, constitucionalista de la Universidad Autónoma de México, mantuvo su funcionalidad durante la estabilidad que le otorgó la hegemonía del partido político en el poder.
El nacimiento de nuevas instituciones partidistas y la fuerte participación del activismo en México, en gran medida dieron paso a la transición política y a la evolución del régimen mexicano, provocando variantes de impacto en el desarrollo de las instituciones, y en la dinámica de nuestro país.
El escenario de discusiones, negociaciones o acuerdos en un sistema unipartidista y autoritario, dista mucho del actual, donde el pluripartidismo se enfrenta a conflictos partidistas y luchas por el poder a través del bloqueo de leyes y de políticas públicas; y recientemente, al establecimiento de alianzas, entre otras estrategias políticas que no eran necesarias décadas atrás.
Nuestra sociedad definitivamente no es la mima, simplemente la demografía del país se ha superado en más de 100 millones en el transcurso de 200 años. Consecuentemente, las dinámicas sociales también han evolucionado y han permutado en nuevos estilos de vida, diferencias en la conformación de las instituciones, y de las problemáticas sociales que hoy aquejan.
Sin embargo, la forma de hacer política se ha mantenido un tanto estática, podemos observar a lo largo de décadas el establecimiento de modelos del cómo hacer y el qué decir. El papel de los gobiernos también se asemeja al de décadas atrás, evolucionando más lentamente al desarrollo de los problemas sociales que se agravan cada vez más.
Sin duda, la Independencia de México fue la consecuencia de un proceso político y social en el que se buscaba la soberanía y la libertad. Mujeres y hombres lucharon contra la opresión, contra el poderío de un régimen extranjero. Planearon en la obscuridad, con el saber de las letras, con el reconocimiento de las injusticias, con la fuerza de las armas, y como fuerza superior, con la solidaridad hacia un pueblo que gritaba libertad.
En Sonora tenemos una fuerte representación de liderazgos sociales que ponen la agenda a los gobiernos en materia de seguridad, de violencia, de salud, entre otros temas. En nuestro estado, como en el resto del país, se han pugnado fuertes luchas ciudadanas que terminan apoyadas o atacadas por los medios de comunicación, quienes toman posiciones a veces clientelares, y que fracturan la confianza y fuerza de movimientos en los que todas y todos deberíamos contribuir por el bien y desarrollo de nuestra sociedad.
La identidad de ser mexicano (a), de ser ciudadano (a), se desgasta ante la falta de congruencia de contribuir en el fortalecimiento de nuestra nación, del espacio vital en aquel que converge la vida y la cultura.
Ser patriota es resaltar ese valor, reforzar a través de la cotidianidad la contribución a un país mejor; es gritar ese viva México en la defensa de los derechos y de la dignidad de cada mexicano y de cada mexicana.
Mi admiración a quienes buscan romper los paradigmas que violentan los derechos, la vida y la dignidad de las personas. Mi solidaridad con el colectivo de mujeres y con la Mtra. Silvia Núñez Esquer, a quien suscribo en esta frase “El activismo social no es por gusto, es por defensa propia.”

Dulce María Esquer Vizcarra
Artículo publicado en Revista Mujer y poder. Ed. Septiembre 2017 www.mujerypoder.com.mx

Sobre la autora: Mtra. en Ciencias Sociales con especialidad en Políticas Públicas, por El Colegio de Sonora. Ex Coordinadora Estatal del Programa PAIMEF para prevenir y atender la violencia contra las mujeres. Colaboradora y ejecutora de distintos proyectos sociales y de estudios de género. Actualmente asesora en la Comisión para la igualdad de género en el Congreso del Estado.

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