Enciendo el televisor por el simple hecho de no sentir el silencio que desde hace algún tiempo reina en mi casa,  además lo hago para sentir que alguien me habla , ya que mi fiel perro está dormido y mi linda gata seguramente anda de romance con el gato de la vecina,  cero ruido, así que mientras preparo mis cosas para el día de mañana me distraigo un poco, me doy cuenta por los comerciales que se acerca el 14 de febrero,  ¡rayos! es tiempo de chocolates, dulces, peluches, flores, tarjetas, corbatas, etc etc. Los grandes almacenes anuncian sus rebajas, todo para que ese día la pases muy bien en compañía de tu pareja, y de ahí pal real después le sigue el día del niño, el día del maestro, el ya famoso 10 de mayo, y por supuesto no podemos dejar atrás el 15 día del maestro, y luego el tercer domingo de jjunio porque por supuesto también existen los padres, 15 de septiembre, 1 y 2 de noviembre, 12, 24 y 31 de diciembre, ah me falto el 6 de enero y por supuesto el famoso 2 de febrero  día de la Candelaria.

Dirán que me faltaron algunos días como el del compadre, el del abuelo, el del  ingeniero, del doctor, del arquitecto, etc etc etc. Pero bueno estos no son tan famosos como sus compañeros los arriba mencionados.

Hasta hace algunos años esto me estresaba, además de afectar a mi economía, hoy solo me entretienen y si tengo un pesito de más voy y compro un regalito para mí, no  hay que olvidar que aunque los comerciantes hacen su agosto como diría mi madre alguna rebajita se puede aprovechar.

Y es que con eso de la publicidad te ves casi obligado a dar un regalo, muchas veces afectando tus ahorros y hasta las relaciones si el regalo no es del gusto del otro.

Así que opte por regalar amor, mucho amor y no comprarlo , porque si a alguien tengo que festejar el día de san Valentín, es el amor que me tengo,  después sería la niña que llevo dentro, mas tarde la maestra de vida que para muchos he sido y seré, posteriormente el día de la madre, porque soy madre de tres varones ya bigotones y como su padre un día fue por cigarros, me imagino que compro la fábrica porque no regreso, pues tuve que tomar ese rol también por lo que veo justo que me festejará ese día también, 15 de septiembre pues para no variar si no festejo la independencia de México es porque creo que aún no hay independencia, así que debo festejar la mía, día de muertos ahí si para que vean con conocimiento de causa me dejo llevar por la emotividad y mi bolsillo se ve afectado por los estratosféricos precios que los comerciantes ponen a sus productos para festejar a mis difuntos, y es que es una tradición que no quiero olvidar ya saben eso del sentimentalismo por las tradiciones heredadas por mis padres.  Y que me dicen del día de las lupitas, lastima ahí sí que no puedo festejar, ni me llamo Lupita ni soy virgen, por lo tanto solo escucho las mañanitas que le ofrecen a la Virgen de mi barrio desde mi ventana, y… válgame,  se me olvidaban las posadas, como nunca voy a ninguna,  recuerdo que cuando era pequeña no me perdía una sola, mis padres eran afectos a ellas, eso de los peregrinos, los cantos para pedir posada, el ir por toda la colonia cual manifestación del poli, y luego el ponche (mmm ese olor a frutas ) , los aguinaldos, la piñata, que tiempos,  ahora en las posadas se han ahorrado todo esto, hasta los peregrinos! ,   reduciéndose muchas veces al puro chupe y bailongo, que divertidas…

 Luego la cena navideña en donde la mayoría después del brindis le sale lo espiritual y a pedir perdón de todas la fregaderas que hicieron todo el año.  Ahí también coopero para la alimentación de los comerciantes y es que me acabo de reconciliar con la navidad, no le puedo quedar mal ahora. Y  luego el año nuevo, fecha de propósitos, y buenos deseos, por supuesto que me festejo, me doy mis gustos comprando una que otra prenda porque como recibir el año sin estrenar, es para que me vaya bien todo el año no creen?

Y cuando pensamos que ya se habían terminado los gastos viene el día de reyes, uf  ni como dejarlos solos,  hay que entrarle con la cooperación lo bueno es que ya mis hijos son todos unos adultos, pero si aún me quedaron algunos pesillos por ahí, pues me regalo un juguete, y es que mi niña interior  lo pide a gritos.

Y los festejos se terminan, bueno eso de se terminan es relativo, porque ahora hay que vestir al niño Dios y comprar tamales para los compadres,  pero como yo no tengo ni Niño Dios ni compadres pues me compro mi tamal y un atole con el sr. De la esquina para no quedarme con el antojo.

Y el ciclo vuelve a empezar,   me pregunto ¿valdrá la pena tanto gasto…?

¿El amor se demuestra con regalos?

La verdad cada quien tiene su forma de amar y de demostrarlo, así que si quieren gastar, adelante, yo por mi parte seguiré festejándome en  estos días festicomerciales .