Parece que determinadas noticias pasan tan desapercibidas que apenas ocupan el espacio de un minuto de silencio. Eso es lo que vale la vida de una mujer.

La iglesia dice o dedica precipitadas y hasta diría que absurdas letanías, alabando el fruto de un vientre, bendiciendo la virginidad y castigando el pecado.

¿A ver si nos entendemos? ¿Qué clase de “humanos” son aquellos que ven en un libro la palabra de dios escrita pero miran hacia otro lado cuando ven actos de violencia hacia la mujer?

Porque está claro o más bien así lo demuestran, que para determinado sector de la sociedad, la mujer que es violada es porque ella lo va provocando, la mujer que es golpeada por su pareja debe ser sumisa, porque al esposo hay que obedecer tal y como dictan las sagradas escrituras.

Pero también se acuerdan de las mujeres que son asesinadas a manos de sus parejas dedicando ese conmemorativo minuto de silencio, tanto iglesia como líderes gubernamentales, tienen ese gran detalle.

Y esos sesenta segundos pasan, al igual que el recuerdo de la víctima, y ahí queda el substancial ruido que deja un país, donde sus líderes políticos levantan la mirada de indignación ante tales hechos, acto seguido fotografía para prensa y ya está, a otra cosa mariposa.

Hace apenas unos días uno de los principales integrantes de un partido político es destituido del mismo por su PRESUNTO delito en materia de violencia de género hacia su esposa.

En estos casos la implicación política para “remediar” y poner freno a este tipo de violencia es bastante rápida. Se toman de inmediato medidas para que el presunto maltratador no siga en su puesto mandatario, hay una actuación igual de inmediata de la justicia donde se interponen medidas cautelares.

¿Y qué ocurre con el resto de mujeres? Una vez más se está poniendo de claro manifiesto que hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.

Hasta el día de hoy las víctimas de violencia machista siguen esperando un cambio tanto a nivel legislativo como social donde sus vidas mantengan las constantes vitales por el hecho de sentirse libres y no asustadas.

Pero claro, es más importante seguir criticando la Ley Orgánica 1/2004, porque en ella no se “reconoce” el maltrato hacia los hombres, entre otras acciones y derechos no reconocidos. Pues una vez más hay que seguir aclarando que esta Ley no está para dejar de lado a ningún hombre. Esta Ley es una manifestación con respecto a la falta de igualdad que se ejerce sobre las mujeres y es aplicada para obtener unas medidas de protección.

Véase Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género Artículo 1  Objeto de la Ley

Una ley que protege los derechos de la mujer no significa que discrimine ni excluya a los hombres. Significa que llegados a un punto de tanta discriminación y desigualdad hacia el papel social, político, económico, etc. de la mujer, fue preciso crear una medidas de protección donde existiera una aplicación jurídica frente al abuso de poder ejercido sobre una mujer.

Ejemplo de este conflicto son las continuas muertes de estas mujeres que hasta el día de hoy sus familias siguen esperando que se aplique la Justicia.

Un minuto de silencio por la vida de estas personas no es suficiente ni soluciona nada. Ese minuto debería ser el comienzo de una investigación, de buscar una solución real a un problema que quieren hacer ficticio.

Las mujeres mueren, son asesinadas, pero antes de tan fatídico resultado, algunas nunca denunciaron, algunas maquillaron sus golpes para que nadie se percatara de la situación que estaban viviendo, y todo esto porque el miedo siempre es más fuerte que el dolor y por desgracia ese dolor se acaba  calmando cuando la vida desaparece.

La problemática no está en que la propia sociedad se divida entre quienes ven discriminación en una Ley y los que ven falta de aplicación de esa misma Ley. El problema está en que las luchas sociales sólo tienen sentido si las patenta un recuento de carteras y las lidera un corrupto.

El resto sólo son luchas de un pueblo sumergido en la categoría de borregos o de fieles perros.

Y al final nos seguiremos ciñendo a las noticias y los boletines informativos, para salir un poco de la ignorancia, para enterarnos de cómo va el mundo, para saber si un virus ha mutado o si la iglesia ha perdonado a las mujeres que abortan.

Al final queda un conocimiento controlado tanto por quien capta la noticia como por quien la aprende a escuchar.

La verdad siempre existirá pero sólo durante un minuto de silencio.

Y bien, por supuesto que el título nada tiene que ver con lo redactado, pero ha servido para captar un minuto más de atención. Es lo que funciona en este mundo, el sexo. La noticia que más millones de enlaces reparte, todo lo demás son noticias de segunda.

Laura Díaz

Link a enlace https://caunomasmaltrato.wordpress.com/2014/08/08/aqui-se-folla-cua...

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Comentario de Andrea Collazo el abril 18, 2015 a las 12:36am

Hola Creo que este problema no lo solucionará una ley, este es un problema de educación básica..tanto de los hombres como de las mujeres.

Hay que educar a os hombres para que no crean que la mujer está para servirles, que es el sexo débil y los miles de estereotipos que se implantan en su memoria desde su primer minuto de vida diría...

También hay que educar a las mujeres para que se enteren que no somos el sexo débil, que tenemos las mismas capacidades y en algunos temas mejores capacidades que los hombres..

Las mujeres tenemos que ser capaces de educar a nuestros hijos en unos valores.. creo que esa es nuestra mayor basa, tenemos la capacidad de educar, inspirar, enseñar,guiar a nuestros hijos y ahí debe estar la solución..

Un saludo

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