Últimamente  me ha dado por concientizarme un poco sobre el medio ambiente, tome la decisión de no usar mi automóvil a menos que fuera totalmente necesario, también tengo que hacer ejercicio y no me alcanza el tiempo, concluí que debía irme a la oficina en transporte público, y para no andar de “metiche mental” (termino que utilizo cuando me da por escuchar platicas ajenas criticar y además pensar cosas como; si fuera yo ya hubiera…, o ¿cómo puede hacer tal cosa?, ¿cómo pudo salir así?, en fin todo aquello que pueda mi mente pensar en ese momento),  me pongo a estudiar en el trayecto, como todos los días así lo hice, para llegar a mi oficina tengo que hacer un trasborde en el metro Balderas, voy pendiente para no pasarme, algo que ya me ha sucedido en varias ocasiones, esta vez muy a tiempo tome mi bolso de mano, otra bolsa que traigo siempre con mis libros, las colgué en mi hombro y previne mi salida del vagón hacia el trasborde, iba pensando en mil cosas, que si ya se me había hecho tarde, que lo que tenía que hacer etc. etc. Al llegar a las escaleras en automático tome con una mano la falda para levantarla temía se me enredara en los pies y me fuera a caer, con la otra me aferre al pasamanos, había bajado máximo el tercer escalón cuando sentí como mi pie izquierdo resbalaba, solté la falda y me aferre al pasamanos con las dos manos, cual equilibrista en cuerda floja, trate de mantenerme parada, esfuerzo inútil, la escalera estaba llena de … en ese momento no supe que era y fue lo que provoco que no pudiera poner los pies fijos a pesar de todos mis malabares, cuando me di cuenta un pie seguía en el tercer escalón el otro sobre las escaleras y mis manos en el pasamanos, de no haber sido porque fui yo la que se resbalo creo que me hubiera sorprendido de ver a alguien en esa posición,  si no es que; me hubiera ganado la risa, (la verdad no sé porque la mayoría de las personas nos gana la risa cuando vemos caer a alguien), un señor amablemente me ayudo a sentarme y  me dejo ahí en plena escalera, tan angosta que apenas si caben dos personas juntas, no podía moverme, el dolor era tal que llegue a pensar que me había roto el pie, me quite las zapatillas, si llevaba unas zapatillas de un gran tacón, las puse dentro de mi bolso suspirando aliviada de que no se les hubiera roto el tacón,  pues son mis zapatillas favoritas, me quede ahí masajeando mi pie, tratando de moverlo, asustada y sin importarme que estaba sentada sobre el liquido viscoso que había provocado mi resbalón, ni que en ese momento llegara el tren y la gente como loca subía por esa escalera aun cuando en la subida dice prohibido pasar, por supuesto la gente que  también bajaba tenía que hacerse a un lado para pasar, afortunadamente no era hora pico que si no!, quizá hasta hubiera ganado un pisotón o algo parecido, me asombró  ver cómo nos hemos vuelto tan insensibles, tan automáticos, nadie se paró a preguntar si estaba bien, solo pasaban a mi lado algunos sin ver, otros tratando de pasar con cara de molestos o morbo , pero yo seguía ahí sentada con mi dolor y el pie empezando a hincharse, pasaron unos minutos cuando escuche la voz de un policía preguntando si me sentía mal, volví la cara hacia el y pensé “nooo, solo estoy aquí descansando con la falda hasta las rodillas y descalza” pero solo asistí a murmurar ¡me caí! , el policía me ayudo a levantarme y me condujo a lo que le llamo “la enfermería”.
Con mucho trabajo  y su ayuda logre subir los escalones  nos dirigimos a una puerta que está al lado de la taquilla, estaba custodiada por una joven mujer policía, quien amablemente me tendió la mano para conducirme hacia adentro, es, un cuarto de  aproximadamente tres metros de largo,  por uno de ancho, en donde, lo único que hay es; una larga mesa de madera, y una silla, me condujo hacia la mesa pidiendo me que subiera en ella y me recostara, si no me hubiera sentido tan adolorida hubiera pensado que era una broma, eso no podía ser la enfermería del metro, me pregunto que me había pasado, le conté toda la historia, en ese momento le dijo a su compañero –¿cómo?¿no han limpiado las escaleras? Dese hace un rato le pedimos a los de limpieza que lo hicieran, ya que una persona volvió el estomago ahí- ¿que? ¿Me resbale con el vomito de una persona?, ¿me senté ahí?,  Dios ¡mi falda! ,sentí ganas de hacer lo mismo, pero era mas fuerte el dolor,  solo escuchaba como volvían a enviar a los de limpieza y les decían que habían provocado un accidente, en ese momento entro el jefe de estación y me volvió a preguntar lo que había sucedido, por segunda ocasión narre los hechos, me pidió que esperara, pues ya habían llamado al médico, sentada sobre la mesa, con el pie hinchado, con dolor, tuve que esperar la aparición del doctor, alguien me advirtió no era medico y solo me iba a auxiliar, ya no recuerdo de quien fue el comentario, realmente no supe cuanto tiempo paso para que llegara, yo me comunique a la oficina y le pedí a la secretaria me llevara unos zapatos que tengo en la oficina .
Cuando llego el médico que afortunadamente, ¿mmm? ¿Afortunadamente? Dijo que era el médico, volvió a preguntar por los detalles del accidente,  vio mi pie, lo novio, lo toco,  y me dijo - no está roto, pero no podemos hacer nada, solo se lo vendare y usted tendrá que acudir a su servicio médico, - azorada le pregunte por el seguro que indudablemente tendría el transporte a lo que contesto; que el seguro  no cubriría el accidente porque no había pasado de un golpe, que probablemente fuera un esguince,  y además yo había admitido que por ir distraída no me di cuenta que había vomito en el piso, y él creía, no me iban a hacer valido el seguro,  que el primer paso era ir a poner mi queja a Av. Juárez 58 ,  después ellos si lo consideraban necesario me enviarían con los del seguro, me dijo también, que además el hospital Durango no era de lo mejor, que él me recomendaba fuera al seguro popular, si es que no contaba con servicio médico, pues ahí me atenderían mejor,  yo ya no sabía si tenía dolor en el pie o la ira estaba sustituyendo al dolor, me vendo como Dios le dio a entender y esperamos a que llegara mi amable compañera, no hubo una pastilla para el dolor, ni pomada únicamente una pequeña venda, al llegar mi compañerita me puse los zapatos, me baje y la mujer policía me abrazo y sostuvo hasta acompañarme junto con el médico a abordar el tren, al abrir las puertas, subimos la mujer policía le pidió a una chica se levantara para que yo pudiera sentarme,  la chica se obedeció desconcertada, sentí que moría de pena por la forma en que la quitaron de su asiento, con un disculpe apenas audible me senté hasta llegar a mi destino, mi compañera me acompaño hasta dejarme en mi recamara, llevo cinco días en cama con el pie totalmente morado y un poco hinchado, sin poder presentarme a mi empleo, ya me he puesto todos los remedios de la abuela,  el dr.  solo me recomendó reposo, pero ¿y mis gastos quién los cubrirá? sigo preguntándome cómo es posible que el transporte más utilizado en esta ciudad no cuente con un servicio médico aceptable, ni con una enfermería apropiada, o con un botiquín, es inaceptable, ¿que me dicen de los impuestos que pagamos?, o del valor del boleto, que por lo que veo no cuenta con un seguro contra accidentes,¿ cómo es posible que no hagan limpieza constantemente?, he visto como las personas de limpieza están platicando, o comiendo, o haciendo cualquier otra cosa, pero no he tenido la suerte de verlos trabajando, me pregunto ¿si alguien se mata por accidente, quien se hace cargo de todos los gastos?  ¿Así es como el gobierno presume de que tiene un muy  buen servicio?   Y por otra parte, nosotros como usuarios ¿cómo es posible que si nos sentimos mal y la necesidad de volver el estomago o cualquier otro malestar, no busquemos un lugar mas apropiado?, bueno mínimo informar que está sucio para no provocar que alguien se accidente con nuestros fluidos,  ¡como nos hemos deshumanizado!, la apresurada vida y los múltiples problemas, nos han hecho insensibles al dolor de los demás, todos caminamos como automatizados, nuestros ojos ya ven sin observar, al igual que nuestros oídos que oyen sin escuchar, ahora entiendo el comentario que un día me expresó mi hijo, se me hizo de lo mas absurdo y hasta risible, me dijo “Llegará un día que el mundo este invadido por zombies” vaya que reí, ahora me doy cuenta que ese día está por llegar, pues es en lo que nos estamos convirtiendo, en ZOMBIES
PD. Se me olvido mencionar algo muy importante, ¿cómo creen que llego el policía a auxiliarme? No, no hay cámaras en las escaleras si lo pensaron, llego; porque una señora “atentamente” fue a reportarme con ellos, por estar descansando en las escaleras y estorbando el paso…

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