En este día quiero recordar que ayer fué el DIA DE LA TOLERANCIA. Me enteré al hojear el periódico, me llamó la atención , pues no había oido nada al repecto. Qué bueno que se quiera crear conciencia  para que nos demos cuenta de cuales son nuestras actitudes y nuestro sentir hacia otras personas.

     Cuando se sale temprano trás el volante del coche, se vé y se siente una atmósfera de estres y de intolerancia muy fuerte. Claxonazos, frenones, malas caras, peores ademanes. El instante más corto de tiempo existe entre el cambio a luz verde del semáforo y los bocinazos de los coches que están atrás del primer  carro de la fila. Si éste conductor tiene la atención o cuidado de no atropellar a un transeúnte, qué algarabía se arma. Vaya intolerancia !!.

     Yo misma, tengo que confesarlo, cuando voy conduciendo y el carro de adelante, va más lento que mis deseos, empiezo a rezongar: apúrate, parece que llevas el santo grial, qué vas dormid@?, qué vas hablando por teléfono?. Vaya intolerancia !!.

     Al darme cuenta de ese estado de ánimo, me viene a la memoria el recuerdo de una caricatura que ví hace mucho tiempo. Era de Tribilín En su casa era el personaje más amable, cariñoso, atento, consecuente con sus familiares y vecinos y amigos; pero en el momento en que se subía a su vehículo su actitud y su cara cambiaban. Era irreconocible, parecía un lobo feróz. Como buena caricatura todas las situaciones  eran exageradas pero muy simpáticas y grotescamente plasmaban los cambios de la personalidad del ser humano.

     Por eso, en un día como hoy, agradezco esa llamada de atención, ese llamado a la tolerancia.!!.