Hay silencios que pesan más que las palabras… Silencios llenos de miedo, de incertidumbre y de preguntas sin respuesta. Escuchar un diagnóstico de cáncer de mama es uno de esos momentos que te cambia la vida: el tiempo se detiene, las emociones se confunden y el futuro parece incierto.
Pero romper el silencio es el primer paso hacia la fortaleza. Hablar de lo que duele, compartir lo que se siente y dejarse acompañar transforma la experiencia. No se trata solo de una lucha médica, sino también emocional, mental y espiritual.
Hoy me atrevo a compartir mi experiencia de cómo logré enfrentar un diagnóstico poco favorable, que no se espera, que llega de sorpresa a pesar de chequeos constantes, lidiando no sólo con la sorpresa, las emociones, la mente, sino también el cómo decirle a la familia lo que se había gestado en mi.
Recibir sola este diagnóstico después de varias pruebas y una biopsia poco dolorosa, me adentro en un trabajo profundo de introspección: el Recuento de una vida, que he hecho de mi vida, a quien tengo a mi lado, como Madre feliz viendo a los hijos crecer y volar; y como explicarle a mi Papá un hombre de 91 años en ese momento que pedía yo su bendición para lo que venía.
Una mujer debe ser "Responsable" no solo de su exterior sino también de su interior. He trabajado durante muchos años el Autoconocimiento, la instrospección, meditación, oración, y reconocimiento a mi misma. Hoy a un año y medio me atrevo hablar para que TU querida mujer, si me estás leyendo, nunca te detengas, nunca te conformes, trabaja en ti y para ti, cuando un evento llega a tu vida y la altera 360°, es importante contar con recursos internos, herramientas, desarrollar habilidades socioemocionales y activación de resiliencia para afrontar todo lo que viene. Tomar las decisiones correctas, en el momento preciso, aliarte con el miedo, dejarte sentir, y oxigenar el tema con la familia.
El contar con mi esposo, fue maravilloso, recibir comentarios de parte de el: Hoy nos toca surfear una ola más grande, vamos juntos, ha sido una bendición.
Aunque he de confesar que lo primero que hice (soy católica) fue dar gracias a Dios porque este descubrimiento había sido muy en tiempo, y en el camino encontré "Angeles" que me tendieron la mano.
Por favor hoy te pido NO TE CALLES; LEVANTA LA MANO, HABLA, expresa lo que sientes, no estás sola. Muchos médicos con los primeros análisis te mandan estrógenos y mi cáncer fue por exceso de estrógenos.
Hoy les escribo no como psicoterapeuta, sino como una MUJER como tú que vivió momentos difíciles, de miedo, de vergüenza, hasta romperse por momentos; pero que descubrí que el poder creador se encuentra en mi interior, y comprendí que mi camino y a vida no son rectos ni lineales, que como en un electrocardiograma hay subidas, bajadas, y cuando es recto es porque ya no hay vida. Y la mía comenzaba desde otro punto, dejando huellas en todo aquel que vivía conmigo la experiencia.
Te imaginas que sentí cuando durante varios años apoyé con amor de manera voluntaria a pacientes de FUCAM, y ahora era yo la paciente...
Ellas fueron mi ejemplo de resiliencia, ahora ellas me daban fuerza, contención y apoyo, hermoso lo que cada uno recibe de las semillas plantadas.
En este momento feliz en un tratamiento que dura 5 años, de los cuales llevo 1 y medio, sigo en mood GRATITUD, a Dios a la Vida y a todos esos seres que me dieron amor y contención en esos momentos.
Solo te invito: TOCATE PARA QUE NO TE TOQUE.
Un cordial saludo.
Bienvenido a
Mujeres Construyendo
© 2025 Creada por Mujeres Construyendo.
Con tecnología de
Insignias | Informar un problema | Política de privacidad | Términos de servicio
¡Tienes que ser miembro de Mujeres Construyendo para agregar comentarios!
Únete a Mujeres Construyendo