Reflexión barata de cabotaje por ElCuervoLópez

El día 26 de junio murió el querido amigo y destacado bloguer, el Cuervo López -o elcuervolopez como hacía siempre la corrección. Su espacio fue mencionado por Blogger como uno de los Blogs destacados de habla hispana y la verdad es que ese reconocimiento fue más que merecido. Melómano incontrolable, absoluto admirador de Mahler, el Cuervo fue un polémico hombre, dispuesto siempre a discutir hasta llegar al fondo de las cosas con argumentos bien armados. Su humor, un tanto ácido y sarcástico, podía volver loco a cualquiera, pero su gran sentido del humor y disposición a compartir la buena música lo hacían absolutamente entrañable.

Dedico esta entrada de "Desde la otra mirada" al querido Cuervo. Esta columna la escribió en marzo del 2008 para mi blogConversaciones de Café. Estaba invitado a participar en Mujeres Construyendo, pero justamente cuando esta aventura salió a la blogósfera él se retiro de la misma por motivos de salud y nos encontramos meses después con esta lamentable y triste noticia.

Comparto con ustedes el "Panorama desde el Puente" que escribió hace más de un año y que da cuenta de la intensidad del Cuervo.

Querido amigo, descansa en paz. Ya te extraño.

PANORAMA DESDE EL PUENTE

elcuervolopez

I

En varios escritos reflexioné que la existencia del mal en la naturaleza humana era la única prueba que ameritaba y confirmaba, a su vez, la existencia de Dios.

Y en tal sentido, el Ser Humano pasaba, sin lugar a dudas, a ocupar por derecho propio el sitial que lo diferenciaba de cualquier otra criatura viviente. Podríamos graficarlo, para ser más claros, con el efecto de las dimensiones. El hombre habita un espacio de tres dimensiones, las otras creaciones vivientes del universo que conocemos, dos.

Esta es la base, el comienzo y el principio del comienzo.

Pero no hay avance ni progreso humano. Tampoco con las otras criaturas. Claro está que en la escala de la evolución de la vida terrena actual, el período transcurrido es mínimo comparado con la edad del planeta y la presencia del hombre sobre su superficie. Carl Sagan lo postulaba de la siguiente manera: si el planeta hubiera vivido hasta este momento todo un año, dentro de tal tiempo al hombre le caben apenas unos segundos.

Esta extensa introducción apunta a lo siguiente: el hombre es lo que era antes y lo que será en el futuro sin variación alguna. Los progresos tecnológicos seguirán viento en popa y las fantasías más descabelladas irán haciéndose realidad incluso con el advenimiento certero de la creación de una inteligencia artificial, la clonación de humanos (una vez superados los absurdos obstáculos moralistas inculcados por la retrógrada Iglesia Católica) o los descubrimientos en materia de biogenética.

Y no hay progreso humano, sólo tecnológico.

La evolución es lenta, por supuesto y nuestro horizonte apenas se extiende en un haz de apenas seis décadas, pero las cuotas de bondad y maldad no variarán ni hacia atrás ni hacia delante. El mal y el bien son inherentes al Ser Humano y sin estas dos cualidades la naturaleza del hombre se desvirtuaría. Aunque parezca una obviedad, no es malo ser malo. Y hasta el odio es necesario. La "Suiza" humana es una utopía y nadie puede quedarse en uno de los extremos pues nuestras pasiones son pendulares.

Nunca seremos totalmente buenos sin ser malos ni totalmente malos sin ser buenos. Ambos extremos se entrecruzan y nos hacen vivir dos vidas.

Y en este delicado equilibrio, la raza humana se ha ido decantando hasta perderlo.

La sociedad fue perdiendo su carácter de inmediación y artesanía y sus miembros perdieron la identidad sumiéndose en una alineación individualista que fue caldo de cultivo para la gran enfermedad del Siglo XX: la depresión.

II

La deformación del bien y el mal dentro de un aura de enfermiza neurosis dio nacimiento a una comunidad neurótica y alterada a nivel psiquis y emocional con un ramillete de patologías psiquiátricas que dieron origen a lo que dio por llamar “la caída del alma”.

La apatía, la abulia, el desapego y finalmente la indiferencia total hacia su entorno externo e interno traducidos en un pasmoso “¡Qué me importa!”.

Resulta que cuando a nadie le importa nada, se toca fondo. Y sí esta situación se torna anacrónica, la enfermedad carcome lentamente hasta recrear una sociedad indiferente, mezquina, egoísta, alienada y con los ánimos y pasiones exaltados.

¿Por qué? En primer término el bien y el mal humanos se enferman y deforman. Piensen en el Retrato de Dorian Gray.

Por otra parte, la creciente globalización aumenta el efecto de compartimientos estancos y si bien a nivel material y estructural la globalización tiene efectos positivos, a la vez los efectos negativos implican una mayor soledad y distancia entre los seres humanos.

Esta evolución e involución que comparten un mismo tiempo culminará en una aguda crisis mundial pues el “tocar fondo” es la expresión última y terminal del sentimiento y así lo establecen los programas de autoayuda como Neuróticos Anónimos y demás terapias.

No se puede erradicar el mal y no se puede dejar sólo al bien.

Pero se los puede enfermar.

Es llamativo que muchos de los genios artísticos de la humanidad tengan en sus primeros años un ímpetu creativo e ideológico optimista y ya en su madurez y ancianidad sean pesimistas y escépticos vecinos del descreimiento hacia la humanidad.

Creo que vamos en camino de una gran crisis social a nivel mundial con un retroceso posterior que significará un avance positivo hacia un nuevo equilibrio y postulados de la naturaleza humana.

Mientras tanto, no se la hagas fácil a la indiferencia.

elcuervolopez

http://elcuervolopez.blogspot.com

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