¿Sabías que hace 24 años surgió la primera red social? Así fue, en 1997, Andrew Weinreich creó una especie de directorio electrónico al que llamó Six Degrees, basándose en la idea de que hay tan sólo ese número de relaciones intermedias entre una persona y otra. Esta herramienta pretendía que gente de distintas nacionalidades e intereses, contactara con sus conocidos, y éstos a su vez con otros, mediante la creación de perfiles.

Son diversas las redes sociales que actualmente utilizamos, por mencionar algunas Facebook, Twitter, Instagram, o LinkedIn, las cuales nos permiten crear, compartir y difundir mensajes y contenidos; mantenernos informados; realizar nuestro trabajo, estudio o divertirnos; e interactuar a nivel personal o profesional, con nuestra familia, amistades, o cualquier persona, sin importar dónde estén.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2020 del INEGI, en México hay 84 millones 64 mil 765 personas usuarias de Internet (72% de la población de seis años o más), quienes lo ocupan, principalmente, para comunicarse (93.8%), buscar información (91%), o para participar en redes sociales (89%).

La ENDUTIH 2020 estima que de las 81 millones 31 mil 212 personas que tienen celulares inteligentes (smartphones), el 90.9% utilizó aplicaciones de mensajería instantánea, 78.1% redes sociales, y 77.6% contenidos de audio y video.

Según el Digital News Report 2020 del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo, Internet y las redes sociales son la fuente de información más popular en México, con un 86% de preferencia sobre la televisión y la prensa; siendo Facebook, YouTube y WhatsApp los principales medios empleados para tal fin.

Las redes sociales pueden generar efectos positivos o negativos. Por una parte, pueden hacer que las personas estén tan cerca como decidan, cuando existe una comunicación asertiva, y cuando facilitan la consulta de información veraz y de calidad. En sentido contrario, pueden colocar a los usuarios tan lejos entre sí, cuando fomentan la intolerancia e incitan a la polarización, mediante ataques o descalificaciones; y cuando desinforman a través de noticias falsas (fake news).

Un estudio de 2020 de la compañía de ciberseguridad Kaspersky y la consultora CORPA, reveló que 66% de los mexicanos no sabía detectar o no estaba seguro de reconocer una noticia falsa de una verdadera en Internet; y sólo 42% cuestionaba de vez en cuando o simplemente no ponía en duda lo que leía en línea.

La desinformación confunde a la población restando valor al derecho a saber y a las libertades de expresión e información; debilita la credibilidad de los medios de comunicación; puede dañar la reputación de alguien y afectar su privacidad; así como, provocar actos de discriminación, hostigamiento y violencia contra distintos grupos sociales, como los propios periodistas.

Para contrarrestar este fenómeno resulta de utilidad fomentar la consulta de información pública oficial a través de los portales de transparencia; promover el ejercicio del derecho de acceso a la información; verificar y contrastar fuentes; trabajar en la alfabetización mediática; y cuidar nuestra seguridad digital.

Dice Matt Mullenweg, co-fundador de WordPress, que “la tecnología es mejor cuando reúne a la gente”. A propósito del Día Mundial de las Redes Sociales, 30 de junio, hagamos conciencia de un uso responsable de las mismas, para que sean mecanismos de vinculación e inclusión que potencien nuestras libertades y derechos, y que contribuyan a construir puentes de entendimiento social.

Fuente:

"Redes sociales: tan lejos y tan cerca", Columna Brújula de Ideas, Voces México, 29 de junio de 2021, disponible en: https://vocesmexico.com/opinion/redes-sociales-tan-lejos-y-tan-cerca/

YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=14s1nNClfsw&ab_channel=VocesM%C...