Quisiera retroceder a mi infancia

    para volver a ser feliz jugando,

    sin pensar en el mañana

    que destruyo mi juventud.

    Quisiera convertir mi esclavitud

    en frondosos valles de verdes senderos,

    colorines todos, como arco iris

    de claveles y geranios.

    Quisiera ser pasto que alimente

    al ganado de esta tierra,

    quisiera ser agua, aire y briza

    para poder estar presente.

    Quisiera ser yo, quisiera ser tu

    y quisiera ser nosotros;

    volver a empezar un sueño ideal

    donde la fantasía rompiera mis cadenas.

    Quisiera ser montaña y no muro

    para poder gritar y que me escuches,

    quisiera despertar y cruzar esa frontera

    para llegar a casa, si tú me amaras...

                                                                           María  Victoria  Campos  Pérez.