La imagen es una percepción mental que tienen otras personas de ti. En la mayoría de las ocasiones,  otros se forman un criterio de quién eres y cómo eres, cuáles son tus aspiraciones, cuanto ganas o a qué te dedicas solo con poca información. Estos juicios basados en cómo te ven, tu comportamiento y tu comunicación, pueden ser injustos, pero es una realidad. Las personas tendemos a formar  un criterio de otros basados en una primera impresión.  Quizá el tiempo que te tome para  aclarar que no eres como te percibieron, no sea suficiente y pierdas oportunidades importantes.

La forma en como vistes, cuidando los pequeños detalles, desde el color de tu ropa hasta el largo correcto del pantalón, mandan mensajes de quién eres, qué tan actualizado estás en conocimientos, si trabajas con orden y si eres responsable. Todo es una extensión de tu marca personal y las personas sabrán que pueden esperar de ti desde la primera impresión.

Recientemente estuve platicando con una persona que me buscó para contratar uno de mis programas individuales. Me comentó que tiene diferentes audiencias, dónde uno son los clientes y los otros son los directivos a quién busca para que patrocinen sus fundación. Además, con las personas que se ven beneficiadas con su fundación debe demostrar sencillez y para recaudar fondos, debe proyectar credibilidad y autoridad.  Inicialmente le calculan menos edad y pareciera que le falta experiencia, cuando se sienta a presentar los proyectos, resulta que se dan cuenta de sus habilidades. Quizá puedan pensar que entonces por qué busca mejorar estos detalles a través de su apariencia y comunicación no verbal, si de todos modos logra demostrar sus capacidades.  El hecho de tener dos tipos de audiencia ¿cómo puedes cambiar tu mensaje para una u otra?

La habilidad que tienes de proyectar inicialmente con congruencia tus verdaderos talentos es clave para agilizar la comunicación.  El costo de oportunidad puede ser alto sin en un inicio no eres consistente con ese mensaje personal. Es por eso, que asegurarte que estás transmitido correctamente  lo que quieres proyectar es clave en tu presencia ejecutiva y en el éxito de lo que emprendes. No se trata de cambiar tu esencia o tu estilo sino de que estés seguro que otros perciben correctamente tus talentos y habilidades.

Una persona me comentó cómo su marido descuidaba el largo del pantalón y se arrugaba mucho al caer en el zapato. No sabía cómo decirle por que mal manejado podría parecer una agresión.  No es una cuestión de moda o de criticar, sino de pulir tu imagen al máximo para que proyectes tu verdadero liderazgo.  Una imagen impecable cuidando detalles al máximo es básica en los negocios.  No es lo mismo que en persona pase desapercibido un detalle mal manejado en tu apariencia a que se quede grabado en  un video o fotografía y parezca un descuido no solo en tu persona si no en cómo trabajas y manejas situaciones.

 Recuerda que las personas quieren trabajar con quién se sienten cómodos, con quién les inspiran confianza, con los que no tienen que descifrar o adivinar para saber si el resultado de los proyectos que hagan en conjunto sea el esperado.  La primera impresión es la llave de entrada y luego sigue el buen manejo de tu comunicación, de tu lenguaje no verbal. Yo siempre he dicho que vender es muy fácil, lo difícil es mantener sólida la relación y es dónde muchos también descuidan su habilidad de proyectar congruentemente el mensaje.  Es importante cuidar lo que dices, cómo lo dices y cómo te comportas para fortalecer esas relaciones.  Una vez sólida esta relación, puedes estar seguro que tu Presencia Ejecutiva proyecta ese liderazgo que te destaca y empezarás a esforzarte menos por que será de forma natural y sincera.

Yo asumo que todos queremos fluir de forma más eficiente en el trabajo y como se dice en inglés: “You have to work smarter not harder” (Tienes que trabajar de forma más lista no más difícil).  

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Ale Marroquín es fundadora y directora de Imagen y Protocolo de Negocios especialista en personal branding. Se dedica a reinventar y posicionar la marca personal de profesionales, ejecutivos de alto nivel, emprendedores que quieren acelerar su potencial a través de su presencia ejecutiva. Ella está certificada por la Asociación Internacional de Consultores en Imagen como CIP (Certified Image Professional).

Acelerando el potencial de las personas.