El nombre de este comentario es en realidad una pregunta al título de un muy recomendable libro escrito por Laura Gutman, libro que leí en alguna de mis bajas maternales, intentando encontrar algún consejo o la llave del tesoro que me permitiera sentirme mejor con esta doble realidad de ser mamá y trabajadora fuera de casa, que me ayudara a ser (o al menos sentir que era)  buena madre, al mismo tiempo que desarrollaba mi carrera profesional.

Y mas allá de lo que me aportó el libro en algunos de los ámbitos que trata, el título siempre me ha hecho reflexionar y por ello lo elegí para este primer post en Mujeres Construyendo, en un momento de mi vida en el que estoy desarrollando y ampliando mis horizontes profesionales en un nuevo país como México, y en el que todas mis dudas, miedos e incertidumbres que me surgieron con los nacimientos de mis hijas, han vuelto.

Compruebo día tras día que si, efectivamente, la maternidad es la parte menos visible de mi vida. Y no por que sufra algún tipo de censura, que me impida hablar de mi experiencia  como madre,  y no porque no me apetezca, tengo tres niñas pequeñas y me encanta compartir innumerables anécdotas (que no significa estar todo el día hablando de ellas), dudas, insomnios y alegrías.

Entre los aprendizajes que me ha dado la experiencia, comprendí  que si dejaba de lado mi faceta maternal, mis colegas (tanto mujeres como hombres) me trataban de una forma diferente, mas profesional, menos condescendiente, no tenían esa duda en los ojos sobre si cumpliría o no con los plazos o los objetivos del proyecto. Rápidamente entendí que la inmensa responsabilidad de dar a luz, criar y educar hijos está infravalorada.

En mi caso (como el de muchas) es como llevar una doble vida:  durante el día el trabajo, (con miles de grupos de whats up abiertos para gestionar actividades extraescolares, organizar idas y venidas, excursiones y tareas, etc.) y cuando llego a casa, chanclas,  revisar tareas, curar heridas, poner pijamas, dar miles de besos y abrazos para compensar el tiempo ausente, eso sí, chequeando el correo del trabajo en el teléfono por si surge algo urgente. 

Es esto bueno? es malo? no lo se. Se que soy ambas cosas mamá y mujer trabajadora (fuera de casa),que me encanta mi profesión y me apasiona mi trabajo, pero mis hijas, mi familia, son el aire que respiro, el motor de mi vida en todos los sentidos.

Antes las mujeres éramos mas valoradas en el rol maternal, ahora somos mas valoradas en el de mujer trabajadoras. Lograr conciliar ambos roles para quienes hemos optado por ello, es un gran desafío diario, constante, debemos aprender a reconocernos como mamás pero también como mujeres independientes, con metas profesionales.

Pero más allá de responsabilidades personales, debemos ser conscientes de que estamos frente a una problemática social nueva (en algunos países y culturas mas que en otros sin entrar en los casos extremos de falta de libertad y de no reconocimientos de derechos básicos) y que la conciliación  entre el trabajo y la familia  es también una conquista colectiva.

Por todo ello agradezco a Mujeres construyendo su labor, por ser una de esas herramientas que facilita que seamos visibles en todas nuestras dimensiones de mujer.