Los miedos y pensamientos negativos, pueden aparecer desde el embarazo y seguir después del parto: ¿mi bebé estará sano?, ¿mi embarazo tendrá alguna complicación?, ¿mi preocupación afectará a mi bebé?, ¿está respirando?, ¿su ropa está realmente limpia?, ¿se me caerá cuando lo cargue? o ¿seré una buena madre? entre mucho otros.
Todas las mujeres que acaban de dar a luz, experimentan cierto grado de ansiedad y pensamientos negativos y/u obsesivos, lo cual es totalmente normal. Sin embargo, si estos paralizan a la madre, interfieren con sus actividades cotidianas, ocupan gran parte su tiempo, no desaparecen y aumentan considerablemente, es momento de buscar AYUDA PROFESIONAL.
Algunas sugerencias que te ayudarán a sentirte mejor (las cuales NO suplen el apoyo emocional en los casos que es necesario):
¡Mereces ser feliz, estar tranquila y gozar de tu maternidad!
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