¿Existe la posibilidad de construir un terreno común y trabajar hombro con hombro en un contexto de polarización, división, señalamientos, amenazas y acusaciones? Yo pensaría que no, y parece que el contenido de la prensa y las noticias dan cuenta de este desencuentro cotidiano. Hablo del Reino Unido de la Gran Bretaña.

A lo largo de los últimos años el Brexit se ha ubicado en el centro del debate y las conversaciones cotidianas. Parece que la realidad se divide entre quienes le apoyan y quienes están en contra. Leyendo las noticias casi podría uno decir que el país se ha vuelto monotemático y que el resto de la agenda pública y la política giran en torno a ello. Ser o no ser pro Brexit. La llegada de Boris Johnson no indica que esta tónica vaya a cambiar.

Existe, sin embargo, una propuesta distinta y ciudadana para el país y para quienes entiendan su significado en otras latitudes. Se llama More United, “Más Unidos” en español y se trata de un movimiento que inició en el Reino Unido en 2016 cuyo objetivo es hacer política más allá de los partidos, trascender las diferencias políticas y sumar a favor del país, independientemente de las filias y fobias particulares. El nombre está inspirado en la frase de la parlamentaria Jo Cox, quien fuera asesinada en 2016, y que decía: “Estamos más unidos y tenemos más en común que lo que nos divide” (“We are far more united and have far more in common than that which divides us”). ¿Suena bien, no?

A esta iniciativa se sumaron desde su inicio personalidades de la política como Lord Paddy Ashdown, de la academia como Dan Snow y Simon Schama, del sector privado como Martha Lane Fox y Maurice Biriotti, y del mundo de la comunicación y la tecnología como Austin Rathe.

¿Qué hicieron? Buscaron “dar voz a quienes no la tenían” frente a los políticos y apoyar a las y los candidatos y miembros del parlamento que se comprometieran con su visión del Reino Unido, que se sintetiza en los siguientes puntos:

• Un país en el que las personas puedan vivir juntas sin miedo
• Un país en el que todas las personas puedan desarrollar sus talentos
• Un país en el que la voz de todos cuente y sea tratada en igualdad de circunstancias
• Un país que busque hacer alianzas con otros países
• Un país que proteja el medio ambiente para las generaciones futuras.

Además, su labor se fundamente en cinco valores: oportunidad, democracia, medio ambiente, tolerancia y apertura.

Hoy, tres años después de su fundación, los números dan cuenta de una realidad sorprendente:

• Se han sumado más de 150 mil personas a esta iniciativa;
• Han trabajado con más de 60 miembros del parlamento (MPs) provenientes de siete diferentes partidos politicos;
• Han logrado, a través de una campaña de crowdfunding, donar 500,000 libras a 54 candidatos de 5 partidos politicos.

A través de este movimiento han logrado impulsar, apoyar y promover campañas, leyes y políticas públicas relacionadas con la contaminación, los derechos de las personas con discapacidad, los derechos de los migrantes y la migración, derechos sobre diversidad, entre muchos otros temas.

¿Qué resulta tan novedoso?

Se trata de una iniciativa que le da un enorme poder de acción a la sociedad civil, permitiéndole participar en la política, en la construcción e impulso de propuestas e iniciativas de ley y en la hechura de políticas públicas. Ciento cincuenta mil ciudadanos y ciudadanas en tres años se dice fácil, pero habla de un interés genuino y de una necesidad política de las y los ciudadanos. Mediante esta acción colectiva han logrado que los temas de la agenda pública que han definido como prioritarios, sean legislados, apoyados y visibilizados. Han dicho con toda claridad a través de esta acción que el país va primero, más allá de quien ocupe el número 10 de Downing Street. No importa quién llegue al poder, la agenda la están impulsando ellas y ellos, no al revés, y las necesidades del país y de las personas son definidas desde este movimiento. Buscan, además, que la agenda se mantenga, aunque los gobiernos vayan y vengan. Las necesidades y búsqueda de solución permanecen, los puestos políticos no.

Por otro lado, ver de primera mano y de manera concreta que a pesar de las diferencias partidistas, las y los integrantes del parlamento son capaces de ponerse de acuerdo en temas concretos es motivante para la democracia. En otras palabras, han respondido a la voz de la ciudadanía, que a través del trabajo voluntario y de una manera novedosa -el crowdfounding- han logrado recaudar fondos para apoyar a aquellas personas en el poder que realmente representen sus intereses y que se han comprometido públicamente con ellos.

Con reglas claras, transparencia, compromiso real y abierto y voluntad es posible hacer cambios. Hombres y mujeres de a pie pueden incidir en el debate público. Son las y los verdaderos jefes de quienes ocupan los puestos públicos. Sin duda.

Ver lo que sucede en otras latitudes vale la pena, sobre todo cuando los acontecimientos cotidianos al interior de nuestro propio país parecen no tener solución alguna y cuando la narrativa sugeriría que la confrontación, la división y la polarización llegaron para quedarse. La ciudadanía tiene aún mucho que hacer y su voz mucho que decir. More United es un ejemplo.

Si logramos hacer a un lado el ruido de todos los días podremos escuchar esa realidad que nos une en México y por la que podemos apostar hoy y mañana. Nos toca encontrarla.

Hay luz al final del túnel.

@LaClau

Este artículo fue publicado originalmente el 25 de julio en Animal Político.